La Casona una conversación entre lo culinario y lo arquitectónico

Los lugares con historia tienen cierto encanto y vaya que Chihuahua guarda entre sus muros mucho qué contar. En esta ciudad encontrarás diversos contrastes arquitectónicos que se pueden apreciar a simple vista, un diálogo entre antiguas edificaciones coloniales y construcciones modernas que le otorgan un carácter significativo.

En la esquina de las Calles Ocampo y Aldama descubrirás un edificio de estilo neoclásico en cantera, diseño y construcción a cargo del ingeniero Pedro Ignacio Irigoyen, y según refiere el INAH, se construyó como residencia para el general Terrazas entre los años de 1888 y 1893.

Cuenta con un amplio patio al centro, y sus habitaciones lo rodean en dos pisos con corredores ornamentados con portales de hierro forjado en Nueva Orleans. La historia indica que en la época de la Revolución Mexicana, esta casa fue tomada por el general Francisco Villa, y en algún momento la habitaron el doctor Mariano Azuela y el escultor Mariano Asúnsolo.

Tiempo después, se utilizó como una institución educativa en la modalidad de internado de señoritas, a cargo de una orden religiosa, y fue en la década de 1960 a 1969, cuando se convirtió en “La Casa de la Asegurada” del IMSS.

En 1976, Don Eloy Vallina Lagüera la adquirió, remodeló y abrió al público como centro cultural, para que en 2007 naciera La Casona y se convirtiera en unos de los pilares gastronómicos más importantes de la región, impulsando una amplia oferta gastronómica en la zona centro y que actualmente el Distrito Uno ha tomado con pasión.

De sabores, historias y vid

Existen tres buenas razones para asistir a este lugar. En primera instancia te seducirá a la vista, tener una comida o cena aquí es como dar un paseo por el tiempo. Cada uno de sus diferentes salones privados cuentan con una temática propia en donde destacan paisajes y elementos propios del estado.

En segunda, la gastronomía en La Casona te envolverá en cada bocado, ya sea con su cocina internacional, cortes finos o su cocina tradicional de México, la técnica francesa en sus fogones respaldan cada platillo.

Por último y no menos importante, sus vinos y hablamos de vinos de Chihuahua, en particular de Hacienda Encinillas, donde su terroir está definido por el suelo arcilloso y gravoso del viñedo y las condiciones climáticas favorables que se dan a 1,560 metros de altura, logrando así una calidad única en la uva de gran distinción.

En sus tierras se pueden observar cepas como Cabernet Sauvignon, Merlot, Shiraz, Cabernet Franc, Petit Verdot, Tempranillo, Malbec y Chardonnay, castigadas por el frío, el calor y el viento desértico y ubicado en las latitudes donde se ubican los mejores viñedos del mundo, entre los 30 y los 50 grados de latitud, tanto en el hemisferio norte como en el sur, mejor conocida como la franja del vino.

Los valles de Encinillas notarán la ausencia de Don Eloy al celebrar su clásica vendimia en septiembre. Su partida el año pasado dejará una oportunidad muy grande para seguir poniendo en alto el trabajo, pasión y visión de Chihuahua.

El diálogo visual y culinario que se entretejen en La Casona permiten a cualquier comensal, sea visitante o local, tener un momento de fascinación, de disfrute, un encanto que se logra en lugares como Chihuahua.

Lo que debes saber

  • Restaurante: La Casona
  • Dónde: Melchor Ocampo 430, Zona Centro, Chihuahua, México.
  • Reservaciones: (614)410-0063

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