Tres vestidos, dos pares de tenis, un sombrero y mucho bloqueador fue lo único que necesitamos en la maleta para una aventura sobre ruedas de fin de semana desde la CDMX. Siempre hemos sido creyente que los viajes llaman, liberan y se necesitan, así que no es necesario esperar la temporada alta, ahorrar miles de pesos o grandes vacaciones para explorar los mágicos rincones que nuestro país puede ofrecer a sólo unas horas de distancia.
No hay pretextos, puedes recurrir a distintas opciones de medios de transporte o incluso rentar un auto para mayor comodidad y sólo preocuparte por llevar snacks y una buena playlist. Hertz lo resuelve; con sólo la cuota, un par de firmas, elegir el auto que más te acomode y mostrar una identificación, lo tienes. O mejor aún, puedes elegir colaboraciones como la alianza con Marriott Bonvoy para que el transporte a tarifa especial, desde $399 mxn, y el hospedaje cómodo y en una buena ubicación, estén resueltos. Nuestro camino incluyó cacahuates, manzanas, jugo y una gran selección de la discografía de Shakira.
México es un país de ubicación privilegiada, no hace falta cruzar las fronteras para encontrar grandiosas playas, pueblos pintorescos, montañas, ciudades cosmopolitas e incluso selvas y desiertos. En ellos, Marriott Bonvoy tiene una muy buena opción para todo tipo de viajeros con sus más de 30 marcas de hoteles y su programa altamente premiado.
Para esta aventura la elección fue City Express by Marriott porque cuentan con alrededor de 150 propiedades entre su marca insignia y cinco submarcas. Al tratarse de un viaje por carretera, a donde vayas, seguro encuentras uno o más a tu paso.
City Express by Marriott
Cuartos sencillos con lo necesario, sobre todo para el viajero de negocios, experimentados empresarios y para quien necesite un lugar de descanso en ubicaciones estratégicas. Nuestra ruta inició en City Express Plus by Marriott Insurgentes Sur, un hotel en una de las avenidas más importantes de la capital mexicana, la característica principal de la categoría Plus es su buena ubicación. En la parte de abajo encontramos un delicioso restaurante de comida italiana llamado “La Famiglia”, donde dimos el primer brindis por un road trip espectacular con vino recomendado por la sommelier de la casa.
Al otro día bajamos al desayuno, incluido en todos los resorts de la cadena, y llamó la atención ver a la gran parte de personas con traje sastre, saco y camisas; todos los City Express cuentan con centros de negocios equipados con lo indispensable para las reuniones de trabajo.
Tomamos las camionetas rentadas con Hertz, subimos el aire acondicionado y partimos a la aventura. El objetivo era visitar Querétaro, San Luis Potosí y regresar a Ciudad de México en tan sólo tres días, intentando disfrutar de lugares poco conocidos.



Querétaro: Puerta del Lobo
Querétaro se caracteriza por tener tierras ideales para la producción de vino, sobre todo en su versión tinta. Después de salirnos de la carretera y manejar aproximadamente media hora entre angostas calles, casas, escuelas y curiosamente un término de campaña electoral, llegamos, con todo y sombrero puesto, a Puerta del Lobo, espacio que honra la práctica vitivinícola y enoturística del estado.
“Nonu” es su proyecto de glamping en medio de la naturaleza con privilegiada vista al terreno de 167 hectáreas y ventanas en sus cinco domos para ver las estrellas. Pero si lo tuyo no sólo es disfrutar del vino, sino realmente vivirlo, uno de sus proyectos más ambiciosos es el desarrollo inmobiliario donde literalmente el patio de tu casa será la cosecha.

Dulce, la sommelier, nos guió por una experiencia sensorial para honrar, disfrutar y explorar correctamente el tesoro artesanal que teníamos en la copa: un vino blanco 2022; el primer vino naranja mexicano que cuenta con dos premios en el mercado y se sirve por copeo en Xcaret; y una de sus etiquetas insignias, “Tío Neto”, un tinto de tempranillo, malbec y merlot robusto que no necesita maridaje.
Para descansar llegamos a City Express Suites by Marriott Querétaro, un espacio donde prácticamente podrías vivir por meses. Suites equipadas con cocina, sillón, escritorio, cómoda cama y baño de buen tamaño especializados en estancias largas. Uno de los detalles más llamativos es que en lugar de minibar cuenta con un refrigerador alto, detalle que muy poco se ve en una habitación de hotel. Al otro día aprovechamos el ya famoso desayuno incluido y volvimos a rodar camino a San Luis Potosí.
San Luis Potosí: Museo Leonora Carrington
Llegamos a las cálidas tierras de San Luis Potosí donde nos encontramos con Miguel y Eloísa de “Auténtico San Luis”, dos guías certificados que nos mostraron bellísimos rincones del estado del zacahuil.
Pasamos por el Edificio Presidente Juárez que antes fungía como una cárcel de mujeres; por la iglesia de San Miguel del famoso arcángel con el pararrayos e inspiración de la canción “San Luis Potosí” de Jorge Negrete; vimos su gran diversidad de cactus, numerosas estatuas de personajes históricos y la catedral con tres tonos de piedra cantera rosada, sus 24 esculturas de los apóstoles de mármol y la virgen embarazada en su interior.
Llegamos al museo de la artista surrealista Leonora Carrington dentro del Centro de las Artes que antes era una penitenciaría. Entre música, baile, exposiciones temporales, pintura y otras expresiones artísticas que ahora llenan las antiguas celdas, encontramos una importante colección de esculturas, grabados y joyas de la artista británica.

Esta aventura no termina aquí
Para finalizar el viaje dormimos en uno de los tres hoteles City Centro by Marriott que existen en México. Éstos se caracterizan por estar en edificios de valor histórico, antiguos o de gran tradición, dirigidos a viajeros que buscan explorar el destino.
Únicamente esta submarca se encuentra en San Luis Potosí, Oaxaca y Ciudad de México. Por cierto, el hotel fue el primero que contó con sanitarios y drenaje en la zona, por allá de 1870, en sus paredes podemos ver interesantes fotografías antes de su restauración y relatan que en su cocina trabajó María Martha Pons Nicoux, la creadora del famoso Mole Doña María.
Al día siguiente, después de aprovechar el último desayuno en el hotel, guardamos las botellas de vino queretano, salsas artesanales, dulces y muñecas Lele vestidas con quechquémel, el traje típico de la Huasteca Potosina, en la cajuela, para volver a CDMX y hacer la entrega de los autos con un fácil proceso en Hertz. Sólo fueron tres días, suficientes para descansar, disfrutar y seguir descubriendo rincones especiales de nuestro hermoso México.
¡Disfruta más Experiencias Verest!
