Yume un viaje culinario multisensorial

Yume significa sueño en japonés, pero los protagonistas son españoles, ella de Bilbao y él de Ávila. Maître y cocinero reputados, cuya incursión en la cocina experimental y experiencial no es la primera. No en vano Iratxe Miranda fue la Mejor Maître de España en el 2020 mientras que Adrián San Julián fue elegido como “Mejor cocinero Joven” de España en el 2014.

Estos galardones han recompensado el trabajo y la filosofía de estos dos soñadores o científicos de la cocina. Magos y artistas, apuestan por una cocina real y justa, alejándose de la pedantería culinaria.

Su historia transcurre en lo más alto del Centro Niemeyer, un espacio abierto al público diseñado por el afamado arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. Este lugar se ve como una isla, un faro entre dos mundos. Al oeste, la ciudad de Avilés, algunos antiguos almacenes y la línea de ferrocarril. Al este, la parte fabril que hoy se va reconvirtiendo en espacio urbano, como lo ocurrido en 2011 con la explanada sobre la que se alzan los edificios del complejo Niemeyer.

Yume se asienta sobre el pilar aparentemente frágil de esa torre de control ilusoria, una que controla, o mejor, que ofrece vistas de 360 grados a la ciudad española. Este templo gourmet, es un viaje sensorial donde todos los sentidos son avivados con sus formas y texturas. Entrar en esta nave o laboratorio te enfrenta a lo desconocido, a lo extraño y a aquello que es distinto.

Iratxe cuenta que lo que han querido plasmar en el interior del restaurante es su propia identidad, una que transmite paz a través de sus tonos claros y líneas simples. “Y con este significado y de esta manera nace, pero no como un deseo cualquiera, sino con las ganas de traer una experiencia gastronómica en Avilés, donde nada es imposible y todos los sabores cobran un significado propio”.

Yume y su historia de complicidad

El menú es degustación y suele ser a 6 tiempos y no incluye bebidas. Algunos de los platos van cambiando según la temporada y según el producto local disponible, con lo que puede tener pequeñas modificaciones.

En el proceso uno va descubriendo un ciclo gastronómico. ¿Por qué un círculo? Porque acá hay una historia que contar. Un relato que se inició con grandes ambiciones y mucha pasión, y cuya experiencia y cariño los han llevado desde su primer pequeño local a un espacio más acorde a la maduración personal y profesional para cerrar el círculo de nuevo en este lugar que tantas alegrías les viene dando.

El equipo gracias a la experiencia y conocimiento, acostumbrados a la alta gastronomía, tiene muy claro que los clientes saben comer y valoran tanto la materia primera como la elaboración. Sin embargo, en los tiempos que corren, este tipo de oferta no es apta para todos los bolsillos, de ahí que se plantee un concepto de alta cocina, con todo lo que conlleva de investigación y precisión, pero para todos los públicos.

Arte en platillos

Un formato para picar y compartir, para poder probar más platos y así conocer y disfrutar más sabores. Un laboratorio gastronómico, donde el personal de cocina da rienda suelta a sus fantasías y las convierte en platos dignos de un menú degustación, pero al alcance de todos.

La dupla conformada por Iratxe y Adrián lidera al ejército de blanco, e invitan a dejarse sorprender cada día con una selección para todos los gustos, adaptada a las necesidades de la mesa, cuya máxima experiencia consiste en eso, en dejarse llevar, recomendar y en última instancia sorprenderse con el resultado.

En Iratxe Miranda y Adrián San Julián aún se sienten esos nervios, pero también esa ilusión que los llevó a atreverse, acá el sueño se vive todos los días y ellos mismo saben que cada día se ponen la valla cada vez más alta.

Esta nueva etapa en sus carreras también se presenta como una oportunidad para conseguir la estrella Michelin, además de otros reconocimientos gastronómicos. “Siempre se ha destacado la calidad de nuestro servicio de sala y la cocina de Adrián, y los peros siempre venían por el lugar. Ahora eso ya no existe”, comenta la misma Iratxe.

Sabores con conciencia

Por otro lado, es importante comentar sobre la sustentabilidad y el desperdicio cero que son elementos clave de Yume. De ahí el deseo de usar un solo ingrediente presentado de muchas maneras diferentes en un mismo plato, al mismo tiempo que explora sus diferentes etapas de preparación y la intensidad de los sabores en base a una fuerte técnica. Qué mejor ejemplo que lo que lograron con la cebolla.

Preparar la mejor de las carnes, el mejor de los pescados y los más exquisitos mariscos, para muchos será relativamente fácil, pero ¿conseguir que la cebolla se transforme en queso y en galleta decorativa con forma de hoja? Pues es aquí donde la magia ocurre y una simple cebolla se transforma en un queso Camembert. Un queso que no tiene queso más que el hongo blanco. Un manjar de apenas unos pocos centímetros, pero que lleva semanas de trabajo y que sólo se puede comer durante una parte del año. Ese queso de cebolla resume la filosofía del restaurante. Trabajar desde la humildad de los ingredientes para hacer brillar aquello que, en principio, no está hecho para brillar. Ahí está el desafío y el mérito.

Cada bocado en Yume es una sorpresa culinaria, un viaje hacia la experimentación en la cocina, pero sin olvidar las raíces naturales origen de todo aquello que comemos. Tanto Iratxe como Adrián, los dos pilares, coinciden que comer en este tipo de restaurantes es una experiencia única, pero deben ser resultado de una cocina equilibrada y responsable.

A decir salud por la experiencia

Mención especial merece la carta de vinos. Se trata de vinos poco habituales en las cartas de este tipo de restaurantes. Vinos finamente elegidos tras un trabajo de búsqueda e investigación como el Ribeira Sacra gallega, una de las apuestas en vino de la exquisita cava.

Lo mismo ocurre con los ingredientes de cada plato los cuales son cuidadosamente seleccionados. Sin duda no son las formas ni los sabores típicos. Tampoco son ni las bodegas ni las uvas más famosas, pero sus vinos son únicos. No son extravagantes, pero apuestan por agitar el paladar y provocar a la mente.

Acompañar un salmonete asado con escabeche de caléndula y naranja, marinar calabazas y verduras cultivadas en las cercanías, reinterpretar cortes de carne y darles nuevas texturas, hacer sobresalir los vinos menos conocidos, recuperar recetas tamizadas por nuevas variantes y por el trabajo de laboratorio gastronómico, evoca una propuesta arriesgada y sabia.

Al final todo se trata de que la comida guste, que la experiencia encante y que el entorno acompañe. Y aquí en Yume se cumple el deleite arquitectónico con el gastronómico. La visita del último monumento realizado en vida del gran arquitecto brasileño ahora viene acompañada por una experiencia culinaria de primer orden con la mejor vista de Avilés. Un verdadero sueño hecho realidad.

Lo que debes saber

  • Restaurante: Yume
  • Dónde: Torre del Niemeyer, Avda del Zinc S/N, Avilés, España.
  • Horarios: Martes a Jueves, 13:30 – 16:00 / 21:00 – 00:00 h | Viernes y Sábado 13:30 – 16:00h / 21:00 – 00:30 h | Domingo 13:30 – 16:00 h.
  • Sitio web: https://www.yumegastro.com/

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