Cuando la brisa marina se mezcla con el sonido de tambores y el cielo se ilumina con destellos de colores, sabes que has llegado a San Blas, Nayarit, en el momento perfecto. Este Pueblo Mágico, famoso por sus playas paradisíacas y su biodiversidad, guarda también una de las festividades más vibrantes y entrañables de México: las Fiestas Patronales de San Blas. Una celebración llena de música, danza, sabor y espiritualidad que te invita a sumergirte en la esencia cultural de esta región.
Cada febrero, San Blas se transforma en un escenario de tradición y alegría. Las festividades en honor a San Blas, protector de los males de garganta y de los cazadores, inician desde finales de enero, pero es el 3 de febrero cuando alcanzan su punto más álgido. Todo comienza al amanecer con las emotivas Mañanitas y la solemne “Misa de Gallo”, seguidas por el desfile de danzas tradicionales como la de “Los Concheros”, cuyos trajes prehispánicos y pasos ceremoniales llenan de historia las calles.
El momento cumbre llega con la impresionante peregrinación acuática: más de 50 embarcaciones adornadas con flores navegan en procesión, encabezadas por la imagen del santo patrono. La flota se dirige hacia la Piedra Blanca, donde se bendicen las aguas del mar en un rito de protección y prosperidad para los pescadores locales. Al regreso, la celebración culmina con una misa en la playa y un espectáculo de fuegos artificiales que ilumina el cielo nayarita.
Más allá de la fiesta: aventuras imperdibles en San Blas
Después de vivir la magia de las fiestas, San Blas ofrece un abanico de experiencias que harán de tu viaje algo inolvidable. Navega por los misteriosos manglares del Parque Nacional La Tovara y maravíllate con su fauna exótica: cocodrilos, aves migratorias y tortugas te esperan en este paraíso natural.
Susplayas también son un atractivo imperdible: Bahía de Matanchén, Playa El Borrego, Las Islitas y Playa Platanitos te invitan a disfrutar del sol, el mar y la arena dorada. Para los amantes de la adrenalina, la cascada Salto del Cora, cerca de Tecuitata, ofrece la oportunidad de practicar rappel, cañonismo y kayak, rodeado de impresionantes paisajes montañosos.


Por cierto, la gastronomía es otro viaje en sí mismo. No te puedes ir sin probar el famoso pescado zarandeado, los sopes de ostión y camarón, y el tradicional pan de plátano, delicias que reflejan la riqueza culinaria de Nayarit.
San Blas se encuentra a sólo 25 minutos de Tepic, la capital nayarita, puedes llegar fácilmente en auto por la autopista Tepic–San Blas o tomar la pintoresca carretera libre que atraviesa Jalcocotán.
Prepárate para vivir una experiencia única, donde la tradición, la naturaleza y la hospitalidad se encuentran para regalarte recuerdos inolvidables. ¿Listo para zarpar en esta aventura?
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