Nuevo año

Tradiciones en el mundo a vísperas de un nuevo año

12 uvas, buenos deseos, rituales, brindis, festejos, son las palabras más mencionadas cuando se está por despedir un año. Pero es tal la multiculturalidad en el mundo, que hay países que tienen maneras muy peculiares de recibir un nuevo año, te dejamos algunos de ellos.

Joya no kane (除夜の鐘)

Es una tradición budista que ocurre cada 31 de diciembre en Japón para despedir el Año Viejo (ōmisoka) y recibir uno nuevo. Consiste en hacer tocar 108 veces las campanas de los templos budistas. La última campanada se da justo en el primer minuto del Año Nuevo.

¿Por qué este número? La religión budista que es la que predomina en el país asiático, dice que nacemos con 108 deseos mundanos a lo largo de la vida y que atan al sufrimiento; cada golpe significa la liberación del espíritu para que con la campanada final iniciar limpios el nuevo año.

Quema de monigotes

Este es un ritual que se realiza en Ecuador el 31 de diciembre. Aserrín, periódico, cartón o papel, son los materiales con los que se crean figuras que se visten con ropa vieja. De hecho, esta es una tradición que viene de la antigua Roma. Y simboliza quemar todo aquello que ocurrió en el año para dar paso a lo nuevo.

Quema de monigotes, tradición en Ecuador, para despedir el año viejo

En Guayaquil se relaciona con que en 1895, tras el temor de la propagación de la fiebre amarilla se recomendó crear monigotes de paja vestidos con la ropa de quienes fallecieron por la enfermedad y a las 12 de la noche en punto, del último día del año se quemaban para ahuyentar la peste y llegaran puras cosas positivas. En la actualidad es una festividad llena de sátira y alegría.

Reveillon

La costumbre en Brasil, dicta que en la Noche Vieja, las personas se visten de blanco y van a las principales playas del país a recibir el año nuevo. Pero no sólo es la vestimenta, sino también hay quienes se meten al mar en el primer minuto del 1° de enero y brinca 7 olas, y en cada una se pide un deseo. De hecho, la palabra en sí viene del francés y significa despertar o renacer.

Esta festividad tiene su origen en los años 70, cuando se le comenzó a rendir tributo a Iemanja, diosa del mar y patrona de los marinos y pescadores, por lo que los asistentes dejan en el mar ofrendas de flores, principalmente para tener prosperidad.

Reveillon, tradición en Brasil a vísperas de un nuevo año

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