Toulouse reminiscencias de lo clásico que te trasladan a lo moderno

La emoción que se siente cuando sabes que tendrás un viaje trasatlántico es indescriptible. Sin embargo, pocas veces pensamos en las largas horas que pasaremos arriba de ese avión que nos llevará a descubrir un nuevo destino.

Por eso, no ponemos en duda que la comodidad es algo indispensable, incluso para aquellas personas que en cuanto despega el avión ya están soñando con todo lo que harán en cuanto lleguen. Así que siempre se agradecerá que existan aerolíneas que ofrecen confort y servicio, tal y como Air Canada, con quien vivimos una gran experiencia. Nuestro vuelo Montreal-Toulouse fue una oda al von voyage.

Te dejamos algunos imperdibles por la Ciudad Rosa.

Toulouse con amor

La Capital de Occitania abre las puertas al sur de Francia de manera magistral; será todo un deleite perderse entre sus calles y admirar su gran legado arquitectónico, de hecho, parecería que no llegarás a ningún lado, sin embargo su plaza del Capitolio te muestra su orden y corazón.

Por cierto, en una de esas esquinas que enmarcan la plaza se puede leer un letrero: Hôtel Grand-Balcon, lugar donde se hospedó Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, uniendo su amor por la literatura y por la aviación. Justamente en 1926 tuvo la oportunidad de volar por primera vez para el correo postal francés, en la Piste des Geants, en el que ahora se encuentra el centro expositivo L’Envol des Pionniers.

La basílica de Saint-Sernin impone a primera vista con sus ladrillos y piedra del siglo XI, uno de los edificios románicos más grandes de occidente, antigua parada en el camino a Compostela. Varios canales atraviesan la ciudad, el Canal de Brienne, el Canal Lateral à la Garonne y el Canal du Midi que conecta la ciudad con el mar Mediterráneo.

Te sorprenderás cómo la ciudad atesora templos religiosos que cuentan la historia de la ciudad durante diferentes épocas, entre hoteles, palacetes y torres construidas a raíz del comercio del pastel.

Pastel

Fue en el siglo XVI, cuando la isatis tinctoria, planta de cuyas hojas se extrae el tinte azul pastel y que se encontraba en esta ciudad, Albi y Carcassonne, valía oro, ya que era el pigmento de moda en Europa, que pretendía desplazar el rojo cardenalicio. Sin embargo, al llegar el Iñigo a Europa, poco a poco se fue perdiendo este oficio, hasta casi desaparecer.

A dos cuadras de la plaza del Capitole, encontrarás la boutique AHPY, donde Annette e Yves, dos artesanos del pastel con más de 20 años de experiencia, venden sus diseños y dan talleres de teñido con esta técnica ancestral, una gran oportunidad de aprender un oficio tradicional de la mano de un maestro tintorero.

Por la Orilla del Garona

Si eres un corredor asiduo o te gusta caminar como a mí, aquí descubrirás los paisajes más bonitos de la ciudad de como el Pont Neuf, el Hôtel-Dieu Saint-Jacques, pero sobre todo la cúpula de la Gravey, que podrás pasar por el paseo Henri-Martin, donde también puedes hacer lunch o trabajar en sus bancas o en la plaza de la Daurade.

Las tardes a lo largo de la orilla del río se llenan de estudiantes dispuestos a pasar una tarde agradable de verano después de los intensos calores.

Mercado Victor Hugo: Bon vivants!

Si hay un mercado que no se puede perder es éste. Aquí se llega temprano para encontrar lo mejor, ya que a la una de la tarde cierran. Más de ochenta puestos ofrecen una selección de productos frescos y regionales.

Desde pescaderías, carnicerías, charcuterías, vendedores de callos y de aves de corral trabajan con horticultores, panaderos y pasteleros, o incluso queseros. Lo ideal es comprar y poder comer en uno de los locales que te venden copas de vino o la botella completa y puedes degustar en los barriles que sirven como mesa, esta experiencia pudimos vivirla con Taste of Toulouse. Otra opción son los restaurantes instalados en el primer piso, que utilizan los productos locales vendidos en el mercado

La Ciudad del Espacio

Es en serio cuando decimos que esta ciudad encabeza la conquista del espacio, y lo puedes vivir en la Cité de l’Espace, en Toulouse, el lugar ideal para descubrir lo extraordinario del infinito. Descubre naves espaciales reales, entrena como un astronauta, viaja hasta los confines del cosmos, admira los tesoros espaciales y descubre todos los secretos del espacio.

Cuenta con cuatro mil metros cuadrados de exposiciones y más de 4 hectáreas de jardines, además de su cine IMAX y su Planetario. Explorar el espacio y las maravillas del Universo nunca había sido tan fácil.