Puente de Calderón en Zapotlanejo, en los Altos de Jalisco.

Un viaje por el corazón textil de Jalisco: Zapotlanejo

Con la temporada de frío encima, Zapotlanejo despierta, entretejiendo su herencia cultural con el vibrante hilo del comercio moderno. Mientras las calles se despiden de las sombras del Día de Muertos, la ciudad se prepara para recibir la temporada navideña, una época de renovación y esperanza.

De hecho, en nuestra más reciente aventura para conocer más sobre este lugar, aún pudimos ser testigos de la figura de una Catrina monumental, simbolizando la conexión entre lo tradicional y el espíritu emprendedor que caracteriza a sus habitantes.

Aquí, en la entrada a los Altos de Jalisco, la historia y la tradición se funden con el bullicio mercantil. Zapotlanejo que proviene de la palabra en náhuatl “Tzapotlán”, lugar donde abundan los zapotes, se ha consolidado como un epicentro de la moda, especialmente en la producción y venta de ropa femenina. Las calles resuenan con el sonido de las máquinas de coser y el ajetreo de los comerciantes, revelando una comunidad dedicada no sólo a preservar su historia, sino también a forjar un futuro próspero.

La industria textil, el latido económico de la ciudad, es un despliegue de creatividad y habilidad. Empresas como “Love Point”, bajo la dirección de la innovadora Rocío Ruvalcaba, son testimonio de esta dinámica. Cada prenda creada aquí es más que moda; es un tributo a la diversidad y a la belleza única de cada mujer, reflejando un compromiso con la inclusión y la expresión personal.

Este espíritu comercial se extiende más allá de las fábricas. En las calles, los vendedores ofrecen una variedad de productos, desde la tradicional camisa charra hasta sofisticados vestidos de noche. Con más de 1,500 tiendas de ropa, se ha convertido en un destino clave para aquellos que buscan sumergirse en una experiencia de compra única, una cercanía con las productoras.

Un poquito de sabores y arquitectura

La gastronomía local, con sus emblemáticas tostadas rayadas y la birria de chivo, complementa esta experiencia comercial. Estas delicias, preparadas con métodos tradicionales, son una celebración de la cultura culinaria, invitando a los visitantes a detener su jornada para deleitarse con los sabores de la región.

Mientras caminamos por el centro histórico, observamos cómo la arquitectura colonial se fusiona con el dinamismo del presente. La parroquia se erige como un testigo del tiempo, mientras que la Plaza Juárez palpita con la vida cotidiana de los habitantes y visitantes, muchos de los cuales llegan atraídos por la fama local como un centro de moda y comercio.

Entrada a la cabecera municipal de Zapotlanejo.

Si te es posible date una vuelta por el Parque Bicentenario, en donde se encuentra el Puente de Calderón que se construyó en el siglo XVII. Por lo general los fines de semana son los días con más afluencia de personas, esto gracias a sus atractivos turísticos como por ejemplo sus 4 puentes colgantes, asadores, bancas, terrazas, área infantil, 2 tirolesas, así como una ruta para ciclismo de montaña y atletismo.

Tu visita se convierte en una oportunidad para descubrir sus diversas facetas y renovar tu guardarropa.

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