Un milagro en el corazón de los Pirineos

Seguimos la ruta de la región de Occitania en Francia, en esta ocasión los Altos Pirineos nos reciben en Lourdes, un pueblo tranquilo que en 1858 cambiaría por completo, cuando Marie Bernarde, mejor conocida como Bernardette, a sus 14 años tuvo el don de presenciar apariencias de la virgen María, la primera el 11 de febrero de 1858, le seguirían 16 apariciones más, y a las que cada vez más personas acudían a presenciar el encuentro extraordinario. Lo demás es historia

Y así fue como poco a poco peregrinos de todo el mundo han visitado el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, con 22 lugares de culto, entre ellos la Gruta de Massabielle, la iglesia Santa Bernadette, pasando por la inmensa basílica subterránea de San Pío X o la Basílica de la Inmaculada Concepción.

Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, en la región de Occitania, en los Altos Pirineos

Procesiones

Cada día a las 5 de la tarde y a las 9 de la noche, desde 1872, la procesión de las antorchas se celebra desde abril hasta finales de octubre. Miles de peregrinos se reúnen y caminan cantando, antorcha en mano, desde la Gruta de las Apariciones hasta la explanada de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario.

Una estatua de la Virgen, llevada por los fieles, encabeza la procesión y los participantes caminan en grupos, formados detrás del estandarte de su peregrinación. Como parte de la procesión, las personas pueden sostener un cirio en la mano con un collarín alrededor, o leer el canto tradicional de Lourdes, que relata las apariciones.

Gruta de las Apariciones, en la región de Occitania, en los Altos Pirineos

Ya sea como participante o como simple espectador, a todos conmueve este momento lleno de energía y fervor, que reúne a personas de todo el mundo. Es imposible no dejarse llevar por el poder y la belleza de estas luces que iluminan no sólo el santuario, sino a miles de almas al mismo tiempo.

Sin embargo Lourdes ofrece más que espiritualidad, adéntrate por sus calles, castillos y la puerta a los Pirineos.

El funicular Pic Du Jer

Si hablamos de historia, este funicular lo es, opera desde el año 1900. El recorrido es de mil 100 metros en sólo 10 minutos, una vez en la cima, un sendero conduce al observatorio que ofrece una vista total de Lourdes, Tarbes, Pau, el valle de Argelès Gazost y las cumbres pirenaicas.

El castillo

Prácticamente en medio de la ciudad de Lourdes se encuentra un castillo imponente, donde te aseguro tendrás una vista 360, desde el santuario hasta los Pirineos, enmarcado en la época medieval, marcado con la huella legendaria de Carlomagno.

Su escudo de armas es algo peculiar y un poco conocido en México, un águila sosteniendo… una trucha. Pero, ¿por qué una trucha? Existe una leyenda, que cuando se encontraban sitiados dentro del castillo por un ejército enemigo y después de varias semanas de asedio, vieron un águila reposar en uno de los techos de las torres.

Ingeniosamente, fueron en busca de la trucha que tenía el águila y lograron quitársela, enseguida se la aventaron a los invasores como mofa de que tenían aún alimento fresco. Ante esta situación los enemigos desistieron de su intento de entrar al castillo y abandonaron la ciudad.

Paseo en bici en los Pirineos

Esta es la zona ideal para los amantes de la bicicleta, no es por nada que el Tour de Francia se desarrolla año tras años por estos rumbos. Pero los Pirineos, y en particular la región de Lourdes, ocultan una naturaleza preservada, carreteras donde es agradable circular y descubrir pueblos y lugares del patrimonio pirenaico.

Voie Verte des Gaves, es una ruta ciclista que bordea el Gave de Pau y conecta a Lourdes con Gavarnie, ofrece un paseo en bici digno del Tour de Francia. Pero no todo es para grandes deportistas, aquí te rentan bicis eléctricas, eso te ayudará a hacer alguno de los 4 itinerarios señalizados y además disfrutar de los paisajes y rincones.