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Si eres de las personas que siempre anda bien emperijoyada, seguro tienes muy presente que todos tus accesorios deben de tener tratamientos especiales. Pero si no habías pensado en ello, no te preocupes, te dejamos algunos tips para cuidar tus joyas cuando salgas de viaje y regresen sin daño alguno y te duren mucho tiempo.
Sol, arena, alberca y mar
El lugar al que irás, aunque no lo creas, es algo a tomar en cuenta cuando de cuidado de joyas se trata. Así como nos preocupamos de nuestro outfit al preparar la maleta, lo mismo debemos hacer con los accesorios que utilizaremos.
Si vas a la playa, considera que tanto la arena como el agua salada del mar, podrían rayar tus piedras, debido a los diversos minerales que están presentes en ambos. Los diamantes, rubíes, esmeraldas o zafiros, difícilmente se maltratarán, pero aún así debes cuidarlos.
En el caso del agua de la alberca, el cloro podría afectar tus joyas, sobre todo si son de plata, pues estas pueden dañarse un poco más, incluso podrían romperse debido a la oxidación, a diferencia del oro, que es más resistente.
Agua, agua y más agua
Si eres de las personas que les encanta pasar todo el día en la alberca y quizás sólo salir de ella para comer, entonces procura no meterte con anillos. Si te has fijado, cuando pasamos mucho tiempo en el agua nuestros dedos se tornan más delgados, así que tus anillos se pueden salir sin que te des cuenta. Así que la sugerencia es que dejes guardadas tus joyas en la habitación.
Cuidado con los químicos
Si te vas a poner el protector solar, la crema, algún aceite, o incluso perfume lo mejor es que lo hagas sin tener tus joyas puestas, pues los químicos con los que están hechos podrían dañar los materiales de tus accesorios e incluso opacarlos o mancharlos con el paso de los días.
Una vez que termines tu rutina de cuidado espera a que todo lo que te hayas puesto esté totalmente seco, ese será el momento adecuado para ponerte tus anillos, pulseras, collares, aretes y demás.
Joyas y ejercicio
El ejercicio es parte de un estilo de vida y si en tus planes está asistir al gimnasio en cada uno de tus viajes, entonces también piensa en tus joyas, pues el sudor puede afectarlas. De igual manera la utilización de ciertos aparatos o por ejemplo las pesas al no tomarlas de manera correcta, podrían deformar tus anillos.
Por supuesto no olvides llevar estuches especiales o bolsillos para guardarlos durante toda tu aventura, y como recomendación, a tu regreso, llévalos a tu casa joyera para que les hagan una limpieza a profundidad y no tengan restos de arena, por ejemplo, que con el paso del tiempo dañe tus piedras preciosas.
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