The times they are A-changin

Hace poco más de un año mi preocupación principal antes de salir de viaje era revisar, metódicamente, la presencia de 5 elementos en mi bolso de mano:

  • Pasaporte/ID
  • Cartera
  • Celular
  • Llaves
  • Audífonos

Ahora he agregado dos elementos más: cubrebocas y gel antibacterial en convenientes frascos de menos de 100 ml. La manera casi natural en que verifico ya que mi cubrebocas esté bien colocado y no se enrede con mis accesorios no sucedió de un día para otro, se fue haciendo parte de mi como el cambiar azúcar por splenda y cargar libretas con plumas en cada uno de mis bolsos.

Me gusta ver los cubrebocas de las personas y adivinar un poco de sus gustos basados en sus elecciones, ahora que las salas de espera están llenas de ellos no puedo evitar pensar en el antes, ¿hace cuánto tiempo que no veo los labios y la nariz completa de un extraño? ¿Cómo tendrá los dientes ese chico tan alto que vi en el mostrador dejando su maleta?

La ventaja del cubrebocas es que ahora la gente no se da cuenta de que canto, por lo bajo, cada una de las canciones que he seleccionado minuciosamente antes de mi viaje, adelantándome tal vez a la emoción de partir y llegar que conozco tan bien, a la nostalgia que me generan tantos lugares y finalmente al alivio o la melancolía que nos deja regresar a casa, más viejos, más redondos y más felices.

La vida es mejor con música

Lo que inició con cassettes de canciones de la radio fue evolucionando a torres de Cds con playlists tan específicas como “Playa en días lluviosos/Por si sale el sol” y finalmente a archivos en una aplicación que me permite tener al alcance de la mano toda la música que yo desee en el momento en el que la necesite, porque finalmente ese era el punto de tener playlist, estar preparada para poder musicalizar cada momento con la canción perfecta y ahora, gracias a la tecnología, puedo hacerlo sin cargar carpetas repletas de discos y sin el temor de dejar olvidada en cualquier sitio una pequeña fortuna.

Es un nuevo mundo pero sigue siendo uno donde no hay fronteras, aunque estamos obligados a mantener al menos 1.5 metros de espacio entre nosotros también seguimos estando a un boleto, un tanque de gasolina, unas casetas, una playlist de distancia.

Esta fue creada en caso de que el mundo se acabe pero desde luego también tengo otra para celebrar por si no sucede…

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