¿Quieres darte un lujo mañanero que despertará tus sentidos? ¡VEREST Magazine te cuenta sobre este gran Brunch!
Los huevos, son uno de los alimentos más versátiles de la cocina, hay cientos de formas de prepararlos y hay una receta en especial que siempre causa revuelo. Y es que muchas voces reclaman su autoría en diferentes países del mundo, desde Roma a Nueva York, pero sin importar quién los haya inventado, los Huevos Benedictinos serán un placer para tu paladar que no debes dejar pasar.
Incluso, dicen por ahí que una buena manera de saber si un chef o cocinero es experimentado, es pedir unos Huevos Benedictinos, pues la preparación de estos deja bien cocida la clara, pero la yema queda espesa y liquida, cuidadosamente colocada sobre un pan, acompañado de un filete de salmón ahumado y bañado en salsa holandesa, que consta de mucha mantequilla y un poco más de yema sazonada perfectamente.
Así los sirven al menos en la Fonda Garufa, en la colonia Condesa, en la Ciudad de México, donde tuve la suerte de deleitarme con este legendario platillo, que además acompañé con la compañera ideal, una mimosa, en una cómoda terraza llena de alegres plantas, flores y espejos que refractan la luz en pequeños arcoíris.
Es un platillo especial, no apto para cualquier ocasión, aunque querrás comerlos siempre.
Me gusta romper la yema para revolver los ingredientes sobre el pan, ver escurrir ese espeso alimento amarillo, casi dorado, bañando todos demás ingredientes y así ir comiendo el pan a pedazos. La combinación de sabores del salmón, el huevo y la mantequilla, combinado con el aroma a café y pan recién horneado que tiene el recinto exacerba el placer de la experiencia y te invita a regresar pronto.
Sin duda alguna disfrutar de la compañía de tus personas favoritas con el agasajo de unos huevos benedictinos es un regalo que debes hacerte, VEREST te lo recomienda.
Menú del Restaurante Garufa en la Condesa | Comida Internacional