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La icónica marca mexicana de calzado abre una nueva sucursal en el corazón del norte de la CDMX, celebrando su historia, su presente y su conexión con generaciones enteras.
Panam lo volvió a hacer. La marca que ha caminado con los mexicanos desde hace más de seis décadas inaugura una nueva sucursal en Parque Lindavista, consolidando su presencia en una de las zonas más vibrantes y familiares del norte de la Ciudad de México. Para quienes crecimos viendo esos tenis blancos con franjas de colores que formaron parte de nuestra infancia, esta apertura representa una nueva oportunidad para reconectar con la esencia de la marca que nos ha acompañado desde siempre.
La tienda conserva el espíritu urbano y auténtico que caracteriza a Panam. Desde el primer paso, el espacio invita a sumergirse en un ambiente que combina lo retro con lo actual. En sus estantes destacan los modelos clásicos como el icónico Panam 084, junto a nuevas propuestas que muestran una evolución fresca, sin perder la identidad original.
Un paso firme entre pasado y presente
Los tenis Panam evocan el primer día de clases, las tardes jugando en la banqueta, las escapadas familiares de fin de semana. Es una marca que conecta con la memoria colectiva y celebra la vida cotidiana de una forma cercana y entrañable.
Panam es símbolo de identidad nacional. Todos sus pares continúan fabricándose en México, bajo un compromiso firme con la calidad, la autenticidad y el trabajo local. Esta coherencia con sus valores ha fortalecido su vínculo con el público, y la apertura en Lindavista confirma el crecimiento de una marca que sigue apostando por sus raíces.
Ubicada dentro de Parque Lindavista, esta nueva tienda encuentra el escenario ideal: un centro comercial que reúne a familias, amigos y generaciones distintas. Panam suma un nuevo punto de encuentro donde los recuerdos se mezclan con las nuevas historias por venir.
Visitarla es reconectarse con la historia personal de cada quien. Es elegir un par de tenis y, al mismo tiempo, elegir un estilo de vida con sentido, identidad y memoria. Panam no solo forma parte del guardarropa: forma parte de quienes somos. Y en cada paso, nos lo recuerda.
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