Las cantinas en México han sido, desde su creación en el siglo XIX, mucho más que simples bares. Fueron espacios de reunión popular donde la conversación y la camaradería se servían junto con el mezcal y la cerveza.
Durante décadas, las cantinas se convirtieron en una parte fundamental de la vida social en México, siendo escenario de largas charlas, de sobremesas que se extendían hasta la madrugada y de una cocina que se transformaba en símbolo de identidad. En estas cantinas nacen amistades, se comparten secretos y, claro, se celebra la gastronomía en su forma más auténtica.
Si algo caracteriza a las cantinas mexicanas es su capacidad de evolución y de mezclarse con otras tradiciones sin perder su esencia. Es en ese contexto nace Ninyas, una cantina japonesa única, que se ha posicionado de gran manera en el panorama gastronómico de la Ciudad de México.
La idea de fusionar los sabores de Japón con el ambiente relajado y familiar de una cantina mexicana es un homenaje a la diversidad cultural que solo un país tan abierto y a la vez tradicional como México podría concebir. Incluso Salvador Dalí, dijo que no podía soportar un país más surrealista que sus pinturas”, podríamos asegurar que aquí encontrarás una combinación perfecta de surrealismo gastronómico.
La cantina donde Japón y México se encuentran
Inaugurada hace poco más de un año en la colonia Juárez, Ninyas nace por el amor y honor al padre de uno de ellos, inspirados en la sobremesa y la buena conversación. El lugar habla por si mismo con una estética pulcra, minimalista, donde los metales y la madera reinan en todo el lugar.
Aquí, el ambiente de la cantina se reinventa; la informalidad y el dinamismo se combinan con detalles arquitectónicos pensados para hacer que los comensales se sientan en casa, en un espacio que te invitará a convivir y a compartir, mientras que el menú desafiará tus expectativas.
Una Carta que Funde Japón y México
La propuesta gastronómica de Ninyas es atrevida y precisa y cuida la tradición de ambos países,con gran creatividad que define a la cocina contemporánea. Entre los platos más emblemáticos, el taco Ninyas se ha ganado un lugar especial entre los comensales: un taco de rib eye con salsa de ajonjolí y chiles toreados en una tortilla de harina, que eleva el taco a una categoría completamente nueva. Este platillo, que se acompaña de sake, encapsula perfectamente la esencia de la fusión entre ambos mundos.
Otros platillos imperdibles son el yakimiku de rib eye con salsa de soya y mirin, y el shabu shabu de rib eye, tofu, hongo enoki y flor de calabaza. Estos representan la esencia de la cocina nipona con ingredientes de la gastronomía mexicana y que Ninyas hace muy bien.
Por favor, no pierdas la oportunidad de probar los esquites con miso blanco y chile japonés seco, una creación única que fusiona elementos de ambas cocinas con una autenticidad sorprendente. No olvides el postre, y come unos delicios pescaditos rellenos de cajeta (dulce de leche).
La Experiencia Completa: Bebidas y Ambiente
La experiencia en Ninyas no estaría completa sin su carta de bebidas, que incluye más de diez etiquetas de sake, algunas de ellas de temporada e incluso un sake mexicano, una opción inusual que ofrece una visión diferente de esta bebida fermentada. El pequeño bar de madera en su parte superior, agrega un toque acogedor y permite observar la dedicación con la que se preparan los cocteles y cada detalle del servicio.
Entre sus horarios, destacan miércoles y jueves de 2:00 pm a 12:00 am, viernes y sábados de 2:00 pm a 2:00 am, y domingos de 2:00 pm a 6:00 pm. Ninyas celebra la cultura de dos países, donde cada platillo es un homenaje a la creatividad, y nos recuerda que la gastronomía es un espacio abierto a la experimentación.
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