Descubre Misión del Sol Resort & Spa, a tan sólo 2 horas de la CDMX, en el estado de Morelos, encontrarás tu paz.

Misión del Sol, un oasis de paz y amor por el planeta, en Morelos

Morelos ha sido siempre la escapada predilecta para los citadinos que buscan huir del estrés. Este estado, hogar de la llamada «Eterna Primavera», ofrece rincones llenos de naturaleza, tranquilidad y una paz envolvente, perfecta para recargar las energías que la CDMX agota.

A sólo una hora y media en coche desde la Ciudad de México en dirección a Jiutepec, entre las calles empedradas se encuentra un letrero color ladrillo con el nombre del hotel Misión del Sol. Esta es la señal de que has llegado al «santuario de bienestar y descanso» que te desconectará del ajetreo.

Desde que entras el ambiente cambia

Al llegar, debes caminar un largo pasillo lleno de vegetación con el aroma a tierra mojada y el sonido de las aves y del agua de las fuentes. Tras algunos metros caminando llegas a la recepción desde donde se ve el resto del hotel y los caminos de arbustos. Te reciben con un vaso de agua con infusiones naturales y mucha amabilidad para entregarte la llave de una de sus 50 habitaciones repartidas en tres edificios.

Es curioso cómo cada edificio de este resort en Morelos tiene su propia personalidad. En uno las habitaciones llevan nombres de planetas, en otro de cristales y en el tercero, donde me hospedé, de signos zodiacales. Me tocó la habitación Tauro que curiosamente es mi signo zodiacal.

El hotel, diseñado bajo la filosofía feng shui, integra bordes redondeados y un acomodo que optimiza el flujo de energía. Su característico tono rojizo, inspirado en la naturaleza, proviene del uso de adobe, cantera y madera, materiales seleccionados para que, en caso de ser demolido, puedan regresar a la tierra sin impacto ambiental.

El verde es vida

Comprometido con el cuidado del medio ambiente, el hotel abarca tres hectáreas de caminos de piedra, árboles frutales, flores y hierbas aromáticas estratégicamente dispuestas para equilibrar la energía de sus visitantes.

Los lunes y sábados, puedes disfrutar de un recorrido guiado por Brian Arzate, quien, con conocimiento heredado de su familia, comparte datos fascinantes sobre las más de 450 especies de plantas, complementando la experiencia con actividades sensoriales.

El recorrido comienza entre plantas originarias de India, Japón y Australia, donde destacan los árboles frutales. Los cítricos fueron los primeros en sorprendernos, mientras Arzate nos retaba a identificarlos sólo con el olfato, aunque para mí todos tenían el aroma del limón amarillo.

Entre flores, aprenderás usos medicinales, como la magnolia, cuya flor blanca dura un día y es ideal en té para problemas circulatorios. También descubrimos tulipanes mexicanos, jengibres, aloe vera, limas, nísperos y las cinco variedades de guayabas cultivadas en el hotel.

El paseo finaliza en el huerto e invernadero, donde cosechan hierbas usadas en el restaurante, con la opción de crear un gel antibacterial natural y una infusión protectora. Si lo deseas, puedes disfrutar un tour especial que incluye una comida preparada con ingredientes frescos del jardín.

Actividades de relajación

El hotel ofrece experiencias diseñadas para revitalizar mente, cuerpo y espíritu, como sound healing, meditaciones guiadas y ceremonias de cacao. Destaca su oratorio, un espacio lleno de paz con iluminación natural y el sonido relajante del agua, ideal para meditar en silencio o unirte a las sesiones programadas.

En su auditorio al aire libre, la clase de Yoga Ergonómica con el coach Juan Carlos Vives fue una experiencia transformadora. Con ejercicios físicos, técnicas de respiración y cantos que transportan a un estado profundo de paz, esta actividad es accesible incluso para visitantes externos. Vestidos de blanco, los participantes realizamos ejercicios físicos y aprendimos a conectar con nuestra respiración, un acto tan cotidiano como olvidado.

Hacia el final, al recostarnos y cerrar los ojos, su voz y cantos nos guiaron a una paz profunda. Fue un momento indescriptible, como si mi cuerpo permaneciera en el salón mientras mi espíritu alcanzaba un estado de relajación total, dejando atrás cualquier distracción. Una vivencia que trasciende lo físico y te invita a explorar lo más profundo de tu ser.

El spa del hotel complementa esta experiencia con masajes personalizados, un sauna, un jacuzzi al centro y cabinas de ambiente tenue. No es necesario reservar tratamientos para disfrutar del sauna o jacuzzi; basta con solicitar su activación.

Finalmente, la alberca ofrece un entorno de absoluta tranquilidad, donde el amanecer y el agua en movimiento crean una experiencia sensorial única, lejos de las actividades acuáticas tradicionales.

Templo del sabor

El restaurante del hotel se alinea perfectamente con su concepto de bienestar. Ofrece un menú inspirado en la filosofía Soul, que prioriza la estacionalidad, organicidad y autenticidad. Aprovechan la diversidad de ingredientes locales de la fértil tierra de Morelos, logrando una propuesta culinaria en armonía con la naturaleza.

Su menú, fresco y orgánico, incluye opciones de desayuno, comidas y cenas, ideales para compartir. Destacan las enchiladas de jamaica, la pesca cocida en hoja de plátano y los bowls de frutas frescas. Además, ofrecen smoothies e infusiones deliciosas y nutritivas.

El chef Jesús Soto combina productos de su huerto con ingredientes según la temporada, de productores locales de Tepoztlán, Yautepec, Huitzilac, Yecapixtla y otros municipios del estado. Básicamente el restaurante ofrece «todo lo que da Morelos en la mesa», destacó. 

Nuestros platillos favoritos fueron: los bowls, la papaya fresca con semillas, yogurt griego, miel y cardamomo y las enchiladas de jamaica, mole rojo y granada de su menú de desayuno; y la ensalada de tomates orgánicos, emulsión de tallos y queso de cabra, pistache, alcaparra y aceituna.

También el pan plano a la parrilla con trucha ahumada, pesto de hierbas y ensalada de calabacitas y su flor, y la pesca de Guerrero cocida en hoja de plátano, curry verde, plátano a las brasas y arroz especiado de su menú de comidas y cenas, sin dejar pasar su propuesta deliciosa y nutritiva de smoothies e infusiones.

Esta historia no termina aquí

El hotel es un oasis de paz que cuida al planeta. El suministro de agua lo obtienen de un manantial cercano y dentro de la propiedad te puedes encontrar con numerosas especies de animales como ardillas, conejos, gatos, mapaches y tlacuaches, entre otros. Una escapada perfecta para recargar baterías y volver a la ciudad con energía, tranquilidad y descanso.

Una visita a Misión del Sol en Morelos es una invitación a la desconexión para reencontrarse con el bienestar de cuerpo, alma y espíritu. Todo estará en perfecta armonía antes de volver a la vida citadina y afrontarla con más equilibrio y serenidad.

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