Infinidad de ocasiones hemos escuchado que una imagen vale más que mil palabras, y muchas veces sí lo es. De hecho, si lo pensamos, desde hace unos años, vivimos en un mundo en el que casi casi necesitamos documentar todo lo que hacemos para compartirlo a los demás, pero te has detenido a pensar ¿qué significa para ti la fotografía?
Podríamos decir que es algo que va más allá de una simple captura de imágenes, por supuesto si nos vamos a lo técnico sí lo es, pero si lo vemos desde la esencia de la misma, pensémosla como un lenguaje que trasciende fronteras culturales y hasta temporales.
Pero quién mejor para hablar del tema, más que una persona que lleva un poco más de la mitad de su vida dedicándose al arte de la fotografía, una de sus más grandes pasiones: Fernando O’Farril.
El arte de la fotografía
Platicando sobre su historia, es un joven de alma aventurera e inquieta, ávido de descubrir las maravillas de la vida, pero sobre todo, de la naturaleza, esa que nos regala tantas y tantas imágenes que para él, valen oro.
Su pasión por la fotografía, sin siquiera saber que lo sería, comenzó a los 5 años con su primer álbum de animales que tomó con una cámara de su papá, en una visita al Zoológico de Chapultepec. Así siguió pasando el tiempo, y cuando estaba en 4° de primaria, en una visita al museo, igualmente, la fascinación por la imagen, por capturar lo que veía siguió siendo una constante.
Hasta los 13 años, fue que se dio cuenta que más que ser sólo un hobby, quería realmente aprender a tomar fotos. Tenía una cámara, muy sencilla, se dio a la tarea de leer el instructivo, de ver videos, de estudiar, y en sus ratos libres se salía a tomar fotos de aves, de plantas, de lo que se iba encontrando por su paso, y 2 años más tarde, entró a trabajar al Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes, en San Luis Potosí, de donde es originario, y con lo que ganaba en el museo los sábados y domingos, ahorró para comprarse su primera cámara fotográfica.
«Ya con mi Cámara pedí trabajo en una revista social, luego con un fotógrafo y a partir de ahí, toda mi vida me he dedicado a la fotografía. No he trabajado de otra cosa más que de fotógrafo».
La aventura como parte de su vida
Pasó de una ingeniería a una licenciatura en Administración de Empresas, pero la foto nunca lo soltó, y la verdad es que él tampoco la soltó a ella. Crearon un vínculo que hasta el día de hoy sigue estando presente y lo ha llevado a explorar infinidad de lugares del mundo, para siempre admirar y compartir su principal inspiración, la naturaleza misma.
Por supuesto no todo es miel sobre hojuelas, como dirían por ahí, esa idea romántica de que un trabajo no es trabajo si estás haciendo lo que te gusta, o sea sí, pero no, porque también aunque la fotografía es algo que realmente disfruta, hay responsabilidades en ello, hay fechas de entrega, días en los que no se tiene ganas de editar u otros tantos en los que la libertad creativa no es la que Fernando podría esperar, sin embargo, volvemos a lo del inicio, el compromiso consigo mismo, y con el hacer las cosas bien es lo que realmente le deja satisfacciones.
¿En busca de la foto perfecta?
La perfección es algo que en ocasiones buscamos constantemente los humanos, pero hay momentos en los que esta jamás llega tal y como nos la imaginamos.
«Es bien complicado buscar una foto y lograrla tal y como la imaginaste; a lo que se te ponga enfrente, pues le sacas una toma y regresas con fotos que no pensabas que ibas a sacar. Entonces nunca he tenido como una foto que digo, voy a este viaje para tener la foto del lince arriba de la piedra comiéndose un ratón, porque si eres muy específico, nunca lo vas a lograr. Por eso siempre tienes que ir con una mente más abierta y quizás te tocan unas fotos que ni siquiera te habías imaginado».
Por ejemplo, nos habló de una fotografía que le llevó tomarla 6 meses. Era de un puma, y lo hizo con una cámara trampa, por supuesto tuvo que estudiar al felino, si era hembra o macho, a qué hora pasaba por ciertos lugares, en fin, fue entender la rutina del animal. Además de que por la naturaleza misma de la cámara, «tú tienes que encuadrarla que ponerle un lente, imaginarte por dónde va a pasar el puma, y el día que se vio la foto dije, sí por fin».
Capacidad de asombro
¿El resultado?, por supuesto que fue el esperado, pero no siempre es así, hubo otra que tardó año y medio en conseguirla, con los mismos pasos que la anterior, pero pese al tiempo y a todo tenerlo preparado, no salió de lo mejor.
Usualmente trabaja solo, aunque en ocasiones sí necesita del apoyo de ciertas personas, para lograr el trabajo que estará realizando, pues por lo general los proyectos que realiza, los hace en terrenos privados.
«Monto mis cámaras y al final pues a los dueños de estos lugares les da gusto que si salió un puma, un Jaguar, que si salió un ocelote y les mando la foto y eso les gusta». Hay ocasiones también que lo contratan empresas para ciertos proyectos por ejemplo de Conservación.
Del álbum de la infancia a grandes producciones
La fotografía también es un viaje en el que quienes la practican se adentran a un universo infinito de posibilidades. Y para Fernando todos los destinos que ha visitado le han dejado grandes enseñanzas y por supuesto tomas. Uno de los viajes que más atesora y que incluso fue un parteaguas en su carrera, fue el que realizó a Alaska, hace 10 años “todo el material que saqué me lo compró National Geographic para una serie de televisión”.
De ahí la proyección que comenzó a tener fue cada vez mayor. Un segundo viaje que marcó su vida y su carrera, fue el que realizó al Ártico, en Svalbard, unas islas pertenecientes a Noruega y que lo hizo ganador del primer lugar del concurso mundial de fotografía, «The nature conservancy» en la categoría de vida salvaje, y que fue publicada por Discovery y BBC.
La fotografía lleva por título Hope. Un oso polar nadando, sin hielo a su alrededor, sólo rodeado por la inmensidad del agua, y fue justo ahí cuando con el dron, logró una gran toma cenital.
Imágenes inesperadas
«Luego tengo otra foto de un pajarito arriba de una cebra, que ni siquiera me di cuenta que la tomé. Yo me enfoqué en la cebra, vi de reojo que unos pajaritos volaron y de repente estaba después buscando una fotografía y la vi, y dije ¿ah, qué caray, y esta fotografía en qué momento la tomé?, y es una de las fotos más vendidas y más bonitas que hasta yo la tengo en mi cocina”.
Otro elemento que Fernando descubrió con el paso del tiempo que es importante al momento de hablar de la imagen, es la historia. «Siempre digo de hecho como el slogan, ahí en la tienda en línea que detrás de cada foto hay una increíble historia, y siempre trato de compartirla, que no solamente veas la foto, sino el cómo llegué, el cómo la tomé, qué significa, qué dificultades hubo. Y la gente se clava un poquito en la historia como para valorarla un poquito más. Y también me la vivo comentando y compartiendo esta idea de que mi labor como fotógrafo es capturar el arte de la naturaleza».
Las profundidades del mar
Pero su capacidad de admiración nunca se termina, y por supuesto aún tiene una larga lista de animales por fotografiar, uno de sus sueños es el tiburón blanco, le encantaría ver un lobo. En enero, por ejemplo, irá en busca del leopardo de las nieves, al Himalaya, es un animal que lleva planeando capturar en imagen desde hace 8 años, y está seguro que si lo logra será otro gran momento en su vida.
Si bien, tiene muchos viajes internacionales, México es un destino con una gran diversidad animal, «ahorita estoy clavadísimo con la fotografía submarina en nuestro país. Tiburones, mantas, ballenas, todos los que estén en el agua. También quiero trabajar para fotografías jaguares, osos, borrego cimarrón, bisonte. Sí me gustaría dedicarle más a México».
Inspirar para crear
Por supuesto que hay fotógrafos que le impulsan seguir en la línea de la fotografía salvaje, tales como Tim Flach, que centra su trabajo en especies en peligro de extinción, y crea cierta empatía con sus retratos. Además, está también Sergey Gorshkov, fotógrafo ruso, que se enfoca en la vida silvestre.
En fin, son personajes que rompen estereotipos, que buscan mostrar un lado distinto de la naturaleza, que buscan mostrar un lado distinto de la naturaleza, que quieren contar una historia a través de las imágenes, pues como bien lo dijo Fernando, «creo que cada quien lo vive diferente, y mi trabajo es tratar de explicar el cómo yo lo viví, aunque cada quien interprete de distinta forma la fotografía».
Como bien lo señaló, cada fotografía cuenta una historia, inmortaliza un instante o desafía nuestra percepción de la realidad, que al mismo tiempo, nos permite explorar la belleza, la emoción y muchas complejidades del mundo que nos rodea.
«Además de la constancia y la dedicación y el tiempo que le debes de dedicar a esto, los animales son bien complicados y la mayoría de las veces no veo animales. O sea, yo salgo para ver animales. Y lo más probable es que regrese a mi casa sin haber tomado una foto, pero no es que yo vaya a caminar a la montaña para sacar una foto en específico, yo voy a caminar a ese lugar porque me gusta caminar la montaña, porque me gusta estar en contacto con la naturaleza porque me hace sentir bien, hacer ejercicio y llevo mi Cámara”, ahí es donde comienza la historia…
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