Manzanillo

Manzanillo se ilumina éste fin de año

Bajo el cielo estrellado del Pacífico, Manzanillo se transforma en un escenario de ensueño para despedir el año. El aire salado, las olas que acarician la orilla, y un espectáculo que promete encender el alma. Aquí, la nostalgia y la esperanza bailan juntas al ritmo de luces y música, como si el tiempo decidiera detenerse por unas horas.

La celebración «Manzanillo Se Ilumina», que este año cumple 20 ediciones, no es solo un evento, sino una experiencia que abarca desde la icónica Bahía de Santiago hasta el Centro Histórico. Más de 800 drones iluminan el cielo con coreografías únicas, mientras la bahía brilla con fuegos artificiales lanzados desde puntos estratégicos en tierra y mar.

Caminar por el pabellón gastronómico es como recorrer una sinfonía de sabores: platillos locales con un toque contemporáneo que invitan a detenerse, probar y repetir. La música en vivo, desde la energía de Mi Banda El Mexicano hasta los beats de bandas versátiles, crea un puente entre generaciones, unificando almas en la pista de baile improvisada bajo las estrellas.

Lo más notable es el compromiso del evento con el medio ambiente. Este año, Manzanillo brilla con luz más verde, reemplazando en parte los fuegos artificiales con un espectáculo de drones, y promoviendo el uso de materiales biodegradables entre los comerciantes.

Días de mucha diversión

Pero Manzanillo no solo vive de sus noches iluminadas. Durante el día, sus visitantes pueden disfrutar de un paseo por la playa La Audiencia, donde las aguas tranquilas invitan al esnórquel, kayak o simplemente a contemplar el paisaje. Si buscas una experiencia más activa, visita la playa Olas Altas para disfrutar de olas perfectas.

Para los amantes de la naturaleza, no hay que perderse una visita al estero Palo Verde. Esta reserva natural es hogar de una gran variedad de aves y reptiles, perfecta para quienes desean desconectar del bullicio y reconectarse con el entorno. Y si lo tuyo es explorar con sabor, los mercados locales ofrecen una ventana a la riqueza gastronómica del puerto, desde ceviches frescos hasta los dulces tradicionales como las cocadas y turrones. El recorrido por el malecón en el Centro Histórico es ideal para admirar el icónico monumento al Pez Vela y perderte entre las pintorescas calles con su toque auténtico.

Cuando el reloj marque la medianoche, el horizonte se iluminará con gran alegría. El «Pez Vela», símbolo del puerto, se convertirá en un faro de esperanza, reflejando en sus aguas los destellos de una noche que promete quedarse grabada en la memoria de quienes la vivan.

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