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Acapulco volvió a vibrar con la energía única de Trópico, el festival que transforma cada edición en una experiencia multisensorial. Este año, en las históricas instalaciones del Hotel Pierre, Trópico no solo fue una fiesta para los oídos, sino también para el paladar, gracias a los refrescantes tragos de Bacardí que se convirtieron en protagonistas indiscutibles de la celebración.
La música siempre ha sido el corazón de Trópico y cada trago parecía inspirarse en los beats de cada artista, como cuando sonó Belanova con “Rosa Pastel” y en la barra combinaban a la perfección un cóctel dulce y fresco elaborado con Raspberry.
O por ejemplo cuando los beats de Channel Tres y Avalon Emerson invadían los escenarios, las barras de Bacardí ofrecían un respiro tropical lleno de sabor con su Mango Chile Mojito, donde el toque picante se mezclaba con la frescura del limón y la menta, mientras bailabas bajo las luces neón que adornaban las palmeras.
Los asistentes también encontramos opciones irresistibles como el Mojito Bacardí o la Piña Colada Coquito, una combinación cremosa y tropical que se volvía el acompañamiento perfecto para los sonidos nostálgicos de Buena Vista All Stars.
Un festival multisensorial
El ambiente fue ideal: una brisa nocturna que hacía que cualquier outfit fuera perfecto y la música en cada escenario era perfecta. Los asistentes disfrutaron de una experiencia relajada, sin filas interminables ni prisas, mientras el sonido del mar y las luces neón creaban un entorno mágico.
La gastronomía también brilló, destacando las propuestas locales y un compromiso evidente con la comunidad de Guerrero. Este gesto no solo enriqueció la experiencia, sino que celebró la identidad acapulqueña, convirtiendo al festival en un homenaje a la región.
Brindis bajo las estrellas
Entre la música, los paisajes y los tragos, Trópico 2024 demostró que la magia de Acapulco y la música son una fórmula infalible. Cada cóctel, preparado con cuidado, nos recordó que los pequeños placeres hacen grandes recuerdos, pero siempre con moderación.
¿Lo mejor? Saber que, sin importar las adversidades, Acapulco siempre encontrará la forma de volver, reunirnos y hacernos bailar bajo las estrellas.
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