Hospédate en el hotel El Remanso, en la región de Golfo Dulce en Costa Rica y déjate envolver por la naturaleza.

En estos resorts de Costa Rica, la exclusividad respira verde

Para muchos ese asiento junto a la ventana, ya sea en un autobús o en un avión representa el primer vistazo a un nuevo destino, a una postal que comienza a dibujarse ante sus ojos. Es poder ver un poco de esa inmensidad que irá encontrándose. Y justo eso es lo que nos pasó cuando viajamos por segunda ocasión a Costa Rica, donde comprobamos otra vez que la naturaleza es más que un paisaje, es la protagonista de infinidad de historias.

En cada rincón la biodiversidad se manifiesta como un espectáculo casi íntimo, es como un laboratorio en el que la naturaleza se reinventa a diario. Caminar por sus senderos es descubrir que la conservación no es una moda, sino un compromiso que ha marcado su identidad.

Nuestro paso por este país fue en la región de Golfo Dulce, una joya que debemos decir, es poco transitada de la costa del pacífico sur de Costa Rica, y que sin embargo alberga una riqueza natural casi desbordante. Viajar a esta región es una invitación a practicar un turismo de bajo impacto.

Oxygen Jungle Villas & Spa

Un hotel boutique sólo para adultos, también en la zona de Uvita. En este espacio, la tranquilidad, la privacidad y la elegancia son elementos que percibirás desde el primer instante. Las diferentes villas que lo conforman tienen paredes de cristal que permiten que la línea divisoria entre tu cama y la naturaleza casi se desvanezca.

Sin dejar de hablar de su alberca infinita con una gran vista, o la tranquilidad que vivirás al tomar un masaje en el spa mientas escuchas cómo la selva respira, o simplemente tomando un café o un coctel desde tu terraza privada y contemplando el pasar del tiempo.

Y aunque nos hubiera encantado pasar ahí una semana entera, el viaje continuó su curso. Al sur de Uvita, en la Provincia de Puntarenas encontrarás Ojochal, un pueblo costero en donde se respira comunidad entre sus calles de grava, palmeras y sonrisas de su gente, y justo ahí hay otro sitio que es perfecto para respirar calma.

Viajar por el sur de Costa Rica es como pasar de una película a otra, en donde el verde, recordemos es la constante. Y pues la curiosidad nos llevó a adentrarnos a otro resort.

Botanika Osa Península Costa Rica Resort, Curio Collection by Hilton

Llegar a este sitio es una invitación inmediata al descanso. La luz cálida, el mobiliario en tonos neutros y un silencio, no de esos que incomodan, sino de los que se disfrutan, crean un ambiente que reconforta y que muchas veces es justo lo que necesitamos ya sea porque tuvimos un día lleno de aventuras o simplemente porque necesitamos ese descanso.

Porque además, este aparece casi como un secreto entre la selva. Llegar a él es seguir el murmullo de los árboles, no hay letreros que hagan que tu mirada se distraiga, no, para nada, los senderos se van abriendo paso para que llegues a tu habitación o suite. Si hablamos de estas últimas, las hay de uno y dos dormitorios y con varias camas, pero más allá de eso, son una cápsula de calma. Techos altos, cocinetas amplias, camas reconfortantes y ventanales por los que, si así lo deseas, pueden colarse los primeros rayos del sol.

Todo se trata de disfrutar

Cuando no estés en movimiento explorando la selva, puedes dejarte caer en su piscina de estilo laguna, rodeada de vegetación, con jacuzzis que parecen esconderse entre las hojas, y camastros que invitan a no hacer nada más que contemplar la calma.

O si quieres que te apapachen, inspirado en la esencia misma del entorno, el spa ofrece tratamientos cuyos aromas a cacao, tierra húmeda y plantas silvestres despiertan los sentidos. Es un rincón de calma dentro del bosque, donde el cuerpo y la mente se rinden al descanso.

En Botanika el lujo está en lo sutil, como caminar descalzo por la terraza de tu suite, en despertarte con el canto de las aves o en ver cómo el día cae detrás de las montañas. Ah, y por cierto, desde este lugar podrás agarrar camino para llegar al puerto y tomar una embarcación que te lleve al Parque Nacional Corcovado.

Como puedes darte cuenta, Costa Rica lleva el ecoturismo en su ADN, y el último hotel que visitamos lo refleja de manera auténtica.

El Remanso Lodge Forest

No se trata sólo de pasar la noche, sino es más bien donde vivirás momentos que se sienten casi diseñados a medida, todo será exclusivo, íntimo y profundamente conectado con la naturaleza. Despertar aquí es hacerlo con la selva literalmente al alcance de la mano, con el sonido de las aves como despertador natural y la luz del amanecer filtrándose entre las hojas.

¿Dónde dormirás? En plena naturaleza, pero tal y como lo dicen en el propio resort, nunca dejarás de sentir ese lujo de la modernidad. Las Villas son espectaculares, algunas de ellas tienen una pequeña piscina para que te refresques mientras vez pasar por los aires guacamayas, ¿sabías que por lo general andan en pareja? Hay también bungalows clásicos y habitaciones más sencillas pero no por ello dejan de ser confortables. La peculiaridad de las villas son sus ventanas: no las hay, son mallas que permiten admirar todo el panorama.

Aquí el personal es de lo más amable, pero no sólo eso, están siempre al pendiente de ti, por ahí tuvimos una pequeña anécdota con la canela, y ya estaban todos listos con los protocolos correspondientes para atender la situación, que no pasó a mayores.

Pero, ¿qué hacer en este lugar?

En el Remanso podrás hacer de todo, ja, hay charlas impartidas por expertos naturalistas, viajes entre la selva para conocer el ecosistema, te encontrarás con reptiles, aves, insectos, monos. Descenso de cascadas, caminata por el río, senderos autoguiados, recorridos en puentes colgantes, caminatas nocturnas, búsqueda de aves, clases de yoga, equitación o surf…, pero si no sabes qué hacer, entonces sólo basta con que te acerques a la recepción para que te guíen y te sugieran lo que mejor vaya con tu estilo de vida y tu plan de viaje.

Si bien en esta ocasión no estamos hablando de la parte gastronómica, sino más bien del hospedaje, por favor pide una hamburguesa, sí, ya sabemos que es algo que puedes comer en cualquier parte pero créenos, está buenísima…

Este tipo de alojamiento representa una forma distinta de lujo que no se basa en el exceso, sino en la experiencia cuidada y en la conexión auténtica con el entorno. La vegetación que rodea cada espacio, el diseño que respeta la estética local y la calidez con la que te reciben, hacen que la desconexión suceda casi sin darte cuenta. Cada rincón de El Remanso Lodge Forest está pensado para propiciar el descanso profundo. En lugares así, uno recuerda por qué viajar es también algo esencial.

Nuestra experiencia pudo combinar la exclusividad con el tema natural. Pero cuando decimos que fue un viaje con todo lujo, bien sabemos ya que este concepto es sinónimo de experiencia y de significado. No se trata sólo de ostentación, es poder tener acceso a momentos irrepetibles.

Puedes leer el artículo completo en La Revista.

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