Siente toda la calma que te da el Hotel Villas Flamingos, en Holbox. Conoce más en La Revista abril-mayo.

El arte de desconectar y renacer junto al mar, en Villas Flamingos

Si alguna vez soñaste con encontrar un lugar donde la tranquilidad, el lujo y la naturaleza se abrazan en perfecta armonía, entonces la isla Holbox te está esperando con los brazos abiertos. Y en medio de este paraíso en el Caribe mexicano, hay un hotel que además de comodidad te ofrece una experiencia que dejará huella en tu alma: Villas Flamingos.

Nuestro viaje comenzó con la promesa de escapar del bullicio de la vida cotidiana y sumergirnos en un rincón de la Riviera Maya que, por suerte, aún conserva un aire de exclusividad y serenidad. Al llegar a Villas Flamingos, una brisa cálida y una vista al mar Caribe nos dieron la bienvenida.

Ubicado en una playa privada de arena blanca, el resort ofrece una variedad de alojamientos que van desde acogedores bungalows frente al mar hasta espaciosas villas con terrazas y jacuzzis privados.

Panorámica del Hotel Flamingos

Armonía para todos los sentidos

Lo primero que nos sorprendió fue la armonía con la que el diseño del hotel se funde con el entorno. El uso de materiales locales como el bambú y la palma, junto con detalles modernos, hacen que te sientas parte de la isla, sin renunciar a las comodidades del lujo.

Y mientras te relajas en tu hamaca o disfrutas de la brisa del mar desde tu terraza, un menú delicioso empieza a surgir en tu mente, cortesía del chef Jaime Zárate, quien tiene la misión de sorprender a los huéspedes con una propuesta gastronómica única.

Si bien Holbox es famosa por su belleza natural, no podemos dejar de destacar la gastronomía que nos ofreció el chef, cuyo talento en la cocina es simplemente sublime. Desde el primer día, nos deleitamos con su propuesta fresca, creativa y perfectamente integrada con los sabores locales.

Cada plato es una fiesta para los sentidos. Uno de los momentos que más disfrutamos fue una cena bajo las estrellas, con el mar de fondo, donde probamos el pescado fresco del día, marinado a la perfección con sabores cítricos y un toque de chile habanero que nos hizo suspirar de gusto. No podemos olvidarnos de su famoso ceviche, con ingredientes fresquísimos y un balance de sabores que nos hizo pedir más.

Conexión con el universo

Una de las joyas de este hotel es el ritual de Sound Healing, una experiencia de sanación sonora que te conecta con tu esencia. Fue una de esas experiencias que no sabíamos que necesitábamos hasta que nos sumergimos en ella.

Guiados por una experta en terapias de sonido, nos recostamos en una habitación rodeada de naturaleza. Los cuencos tibetanos y otros instrumentos ancestrales comenzaron a sonar suavemente, creando una atmósfera que invitaba a relajarse, liberar tensiones y reconectar con nuestra energía interna. Fue casi como una meditación guiada, pero con la música como hilo conductor.

El sonido vibrante de los cuencos parecía liberar cualquier peso acumulado en nuestro cuerpo, y la sensación de paz que sentimos durante y después de la sesión fue indescriptible.

Navegando hacia la Isla Pasión

Como si todo lo anterior no hubiera sido suficiente, decidimos embarcarnos en un paseo en catamarán que nos llevó a uno de los destinos más emblemáticos de la isla: La Isla Pasión. El catamarán, llamado Tequila, nos ofreció una travesía divertida y tranquila a la par de vistas espectaculares del mar Caribe, con su agua cristalina y ese color azul que parece sacado de un sueño.

En la Isla, el tiempo se detuvo. Caminamos por sus senderos rodeados de manglares, exploramos su playa desierta y nos dejamos llevar por la tranquilidad del lugar. Fue un momento mágico, ideal para desconectar completamente y sumergirse en la naturaleza virgen que caracteriza a Holbox.

Hotel Flamingos-Fogata

No sabemos si fue la hospitalidad de todo el personal, la maravilla de la gastronomía, la experiencia de Sound Healing o el paseo en el catamarán, pero algo nos cambió dentro de nosotros. Este pequeño paraíso en Holbox nos ofreció mucho más que sol y playa; nos ofreció una desconexión profunda, una experiencia de bienestar y una inmersión en la belleza de la naturaleza.

Así que si buscas un lugar donde el lujo se encuentre con la naturaleza, donde los sabores te transporten a otro nivel y donde puedas cuidar tu cuerpo y alma, Villas Flamingos en Holbox es tu destino ideal. Un paraíso que no sólo verás, sino que sentirás con cada fibra de tu ser.

No podemos esperar a volver. Y, sinceramente, creemos que después de leer esto, ¡tú querrás estar ahí!

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