Crónica de mi primer maratón en Mazatlán

Como una consecuencia más de la crisis sanitaria del 2020, tuvieron que pasar 3 años para que Mazatlán reviviera uno de sus eventos deportivos más importantes del año, su tradicional Gran Maratón del Pacífico nacido en 1999.

Un poco de contexto…

Hola, soy Iván Fernando y soy… ¡Maratonista! Amateur, sí, pero con tiempos decentes y todo el compromiso y entrenamiento que requieren correr 42.195 Km en menos de 4 horas. Hasta 2019 ya había corrido 2, en Ciudad de México y en Edmonton, Canadá, con la consigna de cada año correr un maratón distinto pero entonces la pandemia llegó…, hasta que en 2022 fue anunciado oficialmente que el tradicional Maratón de Mazatlán regresaría en 2023.

¿Por qué correr un maratón en Mazatlán, Sinaloa?

Mazatlán cuenta con uno de los malecones más largos de todo el mundo con una extensión de 21 Km, ¿suena atractivo para una carrera larga, no?, y dicho por mí siendo esta además mi primera visita a esta emblemática ciudad, una de las playas más bellas de todo México con quizás las mejores panorámicas y por supuesto sus atardeceres.

Preparando la carrera en playa

Spoiler Alert! No puedes estar preparado para correr más de 42 Km en playa si nunca has corrido en playa. Me preparé con 16 semanas de antelación siguiendo un programa de entrenamiento algo agresivo con el objetivo de ir por las 3 horas 30 minutos. Cuando uno vive en la Ciudad de México, ya tiene un plus por simplemente estar entrenando a más de dos mil metros de altitud pero lo que no es posible imitar son las condiciones de calor y humedad hasta que las vives.

Logística

Sí, sí, anticipa tu vuelo y tus reservaciones. Tu bolsillo y tu yo ansioso te lo agradecerán. Aunque en sentido estricto los primeros días de diciembre no son temporada alta, realmente para Mazatlán ya lo son y más, siendo anfitriones de un evento deportivo masivo.

Por azares del destino di con un hotel antiguo de mucha tradición con vista al mar llamado La Siesta. Lo recomiendo ampliamente por su servicio, su personal (saludos a Don Manuel y a Anahí en el bar) y su ubicación. Se encuentra en la zona antigua de Mazatlán muy cerca de su Centro Histórico (sí, solo Mazatlán es una playa con un verdadero Centro Histórico), muy cerca de su emblemático Faro (¡es el faro activo natural más grande del mundo!, con 157 metros de altura) y lo más importante cuando uno va a correr una carrera, muy cerca de donde se entregan los kits y de donde es el punto de partida.

Turisteando ando

Llegué 4 días antes de la carrera para aclimatarme, hacer carreras cortas previas al Maratón y descansar pero lo cierto es que Mazatlán no es un lugar para descansar en el sentido amplio de la palabra. Su enorme y bello malecón, su vida nocturna, su gente, su cultura y sus múltiples sitios por visitar explican el por qué Mazatlán es llamada “La Perla del Pacífico”.

Consejos rápidos de acuerdo a mi experiencia: caminen todo el malecón, vean los atardeceres en la playa, si pueden hacerlo con una cerveza Pacífico en mano, qué mejor, vayan al Faro, al Observatorio 1873 y aprendan sobre la riqueza cultural e histórica de la ciudad y sobre todo, ¡coman muchos mariscos! La riqueza culinaria de Mazatlán en comida de mar, es inmensa.

El Gran Día

Una noche antes del Maratón, hay un evento de pirotecnia que dura más de 20 minutos el cual, les aseguro, es un gran espectáculo digno de aquella bella ciudad. Horas después, uno se encuentra ya en el punto de salida escuchando las palabras de los anfitriones esperando por el tan anhelado disparo… tres…, dos…, uno…, ¡todos corriendo pasadas las 6:30 horas!

Qué bonito es correr al lado del mar con las primeras luces del día. La gente apoyando en todo punto de la carrera con una actitud festiva realmente inyectan ese extra de energía que uno busca kilómetro a kilómetro.

Pasadas las 9 horas el sol, el calor y la humedad ya son insoportables, me hacen disminuir mi ritmo radicalmente pero incluso ante la adversidad, logro cruzar la meta a las 3 horas con 46 minutos batiendo mi récord personal. Al final todo lo ha valido. Muy contento recibo mi medalla de participación, mi kit de recuperación y mi masaje con hielos.

Por cierto, la organización fue muy buena, con puntos de hidratación en todo momento y una señalización muy buena tomando en cuenta que también se corren carreras de menor distancia dentro de la misma ruta.

De no conocer Mazatlán, se convirtió súbitamente en mi playa favorita… Vayan a Mazatlán, vayan a su Carnaval, vayan a sus playas y sí, aunque no sean maratonistas, al menos experimenten con una carrera más corta la fiesta deportiva que se vive allí.