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Un reloj siempre te dará más que sólo la hora, podemos decir que es sinónimo de estilo, y sí,también de tradición. Este 2023, Cuervo y Sobrinos, justamente trajo una colección, que seguro atesorarás tal y como lo haces con el tiempo.
La casa relojera de alta gama buscó la manera de entretejer dos pasiones: la relojería y las letras, que de hecho podría pensarse que es algo imposible. Sin embargo, logró traer a tu muñeca a un gran exponente de la literatura, Ernest Hemingway, esto lo hizo a través de la colección Historiador, que está conformada por una serie de relojes que llevan su nombre, y que por cierto, es una edición limitada.
Hablemos de relojes
Esta edición limitada, se lanzó en los Hemingway Days 2023, una celebración anual en Key West, Florida, donde se honran los logros literarios del Premio Nobel y el estilo de vida relajado que caracterizó su tiempo en la isla. Durante el SIAR 2023, John Hemingway, nieto del novelista se unió a la presentación de esta colección, compuesta por tres diferentes versiones de relojes, que encarnan la esencia y pasión del autor.
Icónico
Los encontrarás en tonos crema y tabaco, además de un toque vintage. El diámetro es de 40 mm, con una caja Historiador de acero inoxidable, el cristal es de zafiro de doble curvatura con revestimiento antirreflectante, resistente al agua hasta 10 ATM y corona atornillada. La correa es de cuero de color coordinado y una hebilla con la marca CyS.
En el interior de la corona podrás leer la cita del escritor “Para escribir sobre la vida primero debes vivirla” en inglés, a las 12 en punto, y en español a las 6 en punto. Además, estos relojes cuentan con la licencia otorgada oficialmente por Hemingway Limited, y sólo hay 882 piezas.
The Fisherman
La inspiración de este reloj está pensado en el amor infinito que Hemingway tenía por el mar. Este modelo viene con una correa de Cordura azul denim y una pulsera de metal. La parte trasera del reloj está abierta y deja ver su mecanismo interno.
Tiene un fondo de caja transparente con cristal de zafiro y el emblema de Hemingway en el rotor. Al igual que el anterior modelo, el cristal es de zafiro de doble curvatura con revestimiento antirreflectante, resistente al agua hasta 10 ATM.
Una historia que los une
El nombre de la colección completa de estos relojes Cuervo y Sobrinos no se eligió al azar, sino que se basa en esa definición de un historiador, esa persona que se encarga de traer al presente épocas de antaño, de rescatar todos aquellos momentos que pueden quedar perdidos en la memoria.
A esto se le suma la importancia que tiene La Habana para la marca y en la del propio Hemingway, con su obra El viejo y el mar, que se desarrolla justamente en esta ciudad en la que pasó dos décadas de su vida, y que narra la historia de Santiago, un pescador que decide aventurarse al mar en soledad tras no conseguir pescar nada en días.
En su travesía, logra picar el anzuelo un marlín, que no fue nada sencillo atrapar y durante esa lucha, Santiago comienza a recordar esos momentos de gloria, donde parecía que la suerte estaba de su lado y la pesca era bastante prominente, así como también los ratos que pasó con su joven ayudante, Manolín, y a quien sus padres prohibieron seguirle acompañando por la mala racha.
Y como no te vamos a contar la historia, para que leas el libro, sólo te diremos que Hemingway con sus letras toca aspectos como la lucha contra la adversidad, la amistad, la constancia y la lealtad.
De hecho, si te fijas en el reloj, la manecilla que indica la fecha, simula la cola del famosísimo Marlín de la historia de El Viejo y el mar, lo encuentras en tono rojo y azul.
Inicios de la casa relojera
Y si esto lo tratamos de relacionar con Cuervo y Sobrinos, te darás cuenta que es una casa relojera que abrió sus puertas en el año de 1882 como resultado de la constancia, pues 20 años antes Ramón Fernández Cuervo, un inmigrante del norte de España (Asturias) abrió su primera joyería en la calle de la Amistad de La Habana, el negocio precursor de la marca.
Don Baldomero, don Teodomiro, don José María, don Armando, don Plácido y don Lisardo, los llamados ‘sobrinos’ se unieron a Ramón Fernández Cuervo en el nuevo negocio. En 1920, tras el éxito que tuvieron, la empresa se expande y llegan a Pforzheim, Alemania para la compra de piedras exclusivas y abren una oficina en París, Francia para el comercio de joyería.
Con el paso de los años, siguieron llegando los éxitos, en 1940, la marca se convirtió en una de las más reconocidas en el continente americano y entre 1965 y 1996, los relojes de Cuervo y Sobrinos se producían para los militares del ejército cubano. En 1997, una nueva era llegó, y justo es una de las filosofías de la empresa, honrar el pasado, no olvidar la historia, pero siempre mirar hacia el futuro y convertirse en lo que hoy día son.
Y como desde un principio te avisamos que es una edición especial, el modelo Icónico se limita a 882 piezas y The Fisherman sólo a 288.
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