Desde su apertura en 1998 y tras 24 años cumplidos el pasado 15 de octubre, Picasso, dentro del hotel Bellagio en Las Vegas, ha sido un referente culinario. Un reto que el chef español Julián Serrano aceptó con cierta inquietud, pues no estaba aún convencido del potencial que tenía el destino, anteriormente había declinado una propuesta en el Caesars Palace.
Siempre han dicho que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, y aquí no fue la excepción, su esposa lo terminó de convencer para emprender la aventura, a pesar de su problema de salud y su éxito en San Francisco al frente, en ese entonces, del mejor restaurante de California.
El empresario Wynn no reparó en gastos pues deseaba crear un espacio completamente diferente con la mejor calidad posible, sobre todo la oferta culinaria. Catalogado como el edificio más costoso de todo Estados Unidos para la época, el Bellagio requirió una inversión de alrededor de mil 600 millones de dólares.
Amor al arte
La pasión por el arte hizo que el empresario convirtiese el restaurante en un espacio para el arte culinario y pictórico que podía observarse en las paredes de todo el complejo, ¿cómo? con once obras originales del pintor malagueño Picasso.
El escenario estaba listo para que absolutamente todo mundo se presentara a admirar la obra del pintor y además de disfrutar de una comida fuera de serie. Y vaya que la presión fue grande para el Chef, pero jamás se sintió intimidado por la magnificencia del lugar y las pinturas, al contrario, pensó que los cuadros eran importantes, pero la comida, el vino y el servicio son lo fundamental, razón por la cual la gente viene aquí.
Ser un chef en un lugar como Picasso es un trabajo arduo, donde las pinceladas para crear no son sólo de un plato, es un arte que exige un trabajo constante, donde se trata de diseñar un platillo que puedas hacer doscientas veces en una noche y hacerlo perfecto cada vez. Lo fundamental es que se vaya a temperatura, que esté bien hecho y que llegue a tiempo.
Para una experiencia exclusiva de Bellagio, los huéspedes pueden cenar al aire libre, donde el patio tiene vista al arte romántico de las Fuentes de Bellagio.
No se puede dejar de hablar de la deslumbrante colección de los mejores viñedos del mundo y ganador del Gran Premio de Wine Spectator.
Lo que no sabías de las obras en el Picasso
La “Femme au béret rouge-orange”, un retrato de 1938 de la amante y musa de Picasso, Marie Thérèse Walter se vendió por 40.5 millones de dólares, junto a 10 obras más, pero no te preocupes, el Bellagio cuenta con más pinturas de Picasso que podrás disfrutar en tu próxima visita.
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