Puebla se ha consolidado como una de las grandes capitales gastronómicas de México, un crisol de tradiciones culinarias que ahora se enriquece con propuestas innovadoras. Entre ellas destaca Okasanta Puebla, el nuevo restaurante del Grupo San-To, que apuesta por una fusión audaz entre la cocina japonesa y la mexicana. En esta metrópoli donde el mole y los chiles en nogada son estandartes, la llegada de un espacio que reinterpreta dos tradiciones tan potentes es una bocanada de aire fresco.
Ubicado en Puebla, Okasanta combina lo mejor de la delicadeza japonesa con la intensidad y riqueza de la gastronomía mexicana. Desde el primer momento, cada detalle te sumerge en esta fusión: la vajilla de barro de Oaxaca enmarca platos de precisión nipona, y la barra evoca una clásica barra de sushi, mientras los aromas de piña asada y atún fresco preparan el escenario para una experiencia sensorial inolvidable.
Sabores que sorprenden en cada tiempo
En nuestra visita, nos recibió una nube de fragancias: el dulzor de la piña asada se entrelazaba con el aroma del atún recién cortado para nigiris. Esta bienvenida olfativa fue apenas el preámbulo de una jornada memorable. Iniciamos con un cóctel preparado por nosotros mismos: mezcal Cupreata, hoja santa, pepino, yuzu —ese cítrico asiático tan peculiar— y unos trocitos de piña asada. El mezcal aportaba notas dulces y ahumadas, mientras el yuzu y el pepino refrescaban cada sorbo. Fue la perfecta antesala para un menú de siete tiempos, cada uno ejecutado con precisión y creatividad. Esta obra líquida fue ideada por Pedro, el talentoso encargado de la barra.
El primer tiempo nos conquistó con un tiradito de robalo, rebanadas de chile serrano y un toque de limón: una entrada fresca y vibrante. Le siguió una tostada de pulpo y callo, deliciosa en cada bocado. Sus nigiris merecen mención aparte, especialmente el de akami con natilla de taro, capaz de emocionar hasta las papilas más exigentes. Las gyozas de birria fueron una sorpresa inesperada —pruébenlas con un poco de salsa de soya, se los recomiendo—, mientras que el bao de pollo tempura resultó esponjoso y perfectamente sazonado.



Cocteles de autor para brindar de manera diferente
Acompañamos el último platillo con un cóctel de jarabe de jitomate, tequila Patrón Cristalino y un toque de prosecco, ideal para realzar los sabores del short rib con cebolla morada y un puré de papa tan suave como una crema. La comida concluyó con un pastel de Lotus, equilibrado y nada empalagoso, una dulce despedida para esta experiencia.
Okasanta Puebla es una adición brillante a la escena culinaria poblana, una ciudad que sigue sorprendiendo con su oferta gastronómica. Pronto, esta joya abrirá una sucursal en la Ciudad de México, y será un placer descubrir qué nuevas delicias traerá. Gracias al chef corporativo Daniel Villanueva por esta experiencia excepcional y a Rafael del Río por un concepto tan innovador. ¿Están listos para la próxima aventura?
Dirección: Vía Atlixcáyotl 5415
Reservaciones al: 221 598 2395 o AQUÍ
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