Moscú no solo es la capital de Rusia, sino también un epicentro de creatividad. El Moscow Fashion Week 2025 consolidó su estatus como una de las plataformas de moda más vibrantes del mundo, reuniendo a más de 200 diseñadores de 27 regiones rusas y representantes de nueve países.
Las pasarelas montadas en escenarios icónicos, como la Plaza Roja y el Teatro Bolshói, refuerzan el vínculo entre moda y cultura. Cada colección refleja un relato donde la historia, la artesanía y la innovación dialogan en armonía.
Diseño ruso: un equilibrio entre artesanía y modernidad
La moda rusa siempre ha tenido un carácter distintivo, marcado por la riqueza textil, la influencia imperial y el legado soviético. Alexander Rogov reinterpreta el maximalismo con bloques de color inesperados: naranja ácido con verde oliva, morado intenso con azul petróleo. Sus abrigos oversize y pantalones estructurados redefinen el poder en la sastrería contemporánea.
Vereja, una de las marcas más vanguardistas, explora la nostalgia con prendas de punto tejidas a mano que evocan la infancia rusa. Encajes, bordados y siluetas que simulan prendas desgastadas cuentan historias de antaño con una sensibilidad moderna. Por otro lado, Measure lleva la alta costura a un nivel artístico con bordados dorados que recuerdan la orfebrería de los antiguos zares. Capas de tul superpuestas, transparencias estratégicas y una paleta de tonos metálicos enmarcan una visión etérea y sofisticada.



Las texturas juegan un papel clave en la narrativa visual. Isabella Dordosova, con su colección Inniki, se inspira en el deshielo del Ártico. Plisados que imitan la fractura del hielo, tonos azulados que transmiten la fragilidad del ecosistema polar, tejidos sintéticos que reflejan la luz como si fueran agua en movimiento. Una propuesta conceptual con un mensaje claro sobre la sostenibilidad.
Sergey Sysoev sorprende al transformar la carpintería en un lenguaje de moda. Vestidos y faldas con estructuras que simulan el ensamblaje de madera tallada, botones de latón envejecido, cortes geométricos que evocan la arquitectura de las antiguas catedrales ortodoxas. Mientras tanto, Novikova Dsgn revisita la elegancia del siglo XIX con un aire contemporáneo: abrigos de lana con forros florales, gabardinas con detalles barrocos, capas inspiradas en la nobleza rusa.



Moscú: una nueva capital de la moda internacional
El diálogo entre pasado y futuro define la identidad de la moda rusa. Igor Gulyaev rescata la opulencia del siglo XX con terciopelo, encajes y siluetas de hombros marcados. Sus vestidos de gala, con reminiscencias del Hollywood clásico, evocan una sofisticación atemporal. Alena Musaeva, en cambio, fusiona la indumentaria del siglo XVII con la modernidad. Corsés integrados en chaquetas de sastrería, gorgueras reinterpretadas con líneas minimalistas, estructuras rígidas que desafían la fluidez del movimiento.
La presencia de medios, compradores y expertos confirma el impacto del Moscow Fashion Week. Además de ser una plataforma de exhibición, funje como un termómetro de la dirección que tomará la moda global en los próximos años. Firmas de renombre internacional buscan inspiración en la escena rusa, mientras las marcas locales consolidan su reputación en el panorama internacional.
Moscú es una realidad en el universo de la moda. Su esencia reside en la fusión de tradición y vanguardia, en la capacidad de transformar su legado en propuestas innovadoras. Con cada edición del Moscow Fashion Week 2025, reafirma su lugar como una de las capitales más deslumbrantes del diseño contemporáneo.
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