Enoturismo, cultura en cada sorbo

Viajar para conocer el vino es una experiencia que te permite oler su historia, degustar sus relatos y sentir las texturas de sus secretos

¿A qué nos suena Enoturismo? Cuando escuchamos hablar de esta palabra comprendemos que se trata de Vino y Turismo. La belleza es cuando descubrimos que como en cada copa de vino, este va acompañado de cultura, gastronomía y un acercamiento mágico a la naturaleza.

El turismo enológico es tradición en cada sorbo, en cada aroma, pero sobre todo en cada recorrido de valle a valle, de campo a bodega, de bodega a cava, de cava a un sorbo de vino en copa.

Consiste en viajar a una zona vitivinícola para conocer desde adentro cada botella de vino, para explorar el mundo del vino y todo lo relacionado con él. Viajar para conocer el vino es una experiencia que te permite oler su historia, degustar sus relatos y sentir las texturas de sus secretos. Adentrarse en sus procesos de producción y recorrer sus viñedos y bodegas.

Esta exclusiva y diferente forma de hacer turismo, marida perfecto con la oportunidad de acercarte a la naturaleza, a lo básico y enamorarte de la cultura local, ya que te permite a través de sus propuestas gastronómicas disfrutar al máximo de los sabores locales, ¿Cuándo nos ha fallado una copa de vino y una tapa para disfrutar un bello paisaje?

Descubre la magia vitivinícola

Recorrer los viñedos en bici, contemplar los atardeceres marrón y violetas de verano, ha sido una de las experiencias turísticas más encantadoras, de esas inolvidables, de estampa. Pasar unos días en un valle vinícola recorriendo diferentes bodegas, historias, conociendo gente local dedicada a esta hermosa profesión, es posible gracias a la adición de hoteles boutique y de autor encajados en el epicentro de la magia de todo. Hoteles que son la extensión de la experiencia vinícola o que mejor aún, son los anfitriones perfectos que durante tu estancia te permitirán conectar mejor con tu yo catador de viajes. Las ofertas son infinitas y para todo tipo de bolsillo y experiencia. 

A pesar de que la mayoría de las bodegas de cualquier valle abren todo el año para catas y visitas guiadas, hacer enoturismo te permite disfrutar de las fiestas locales, las vendimias o vivir experiencias exclusivas como catas con el sommelier, de pronto un concierto enológico, pisca de uva, comer en el campo, spa de vid y muchas más actividades únicas que solo se dirigen a este tipo de turismo.

Planear hacer turismo enológico implica el mismo esfuerzo que planear las vacaciones clásicas a la playa, solo basta con decidir la temporada en que iras y dejarte sorprender.

Entonces, ya te imaginaste abriendo tu ventana, contemplando este escenario, mientras bebes una taza de café y piensas en los sorbos de experiencias que te esperan en cada copa de vino. ¡Salud!

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