La idea de dormir entre lobos suena como el comienzo de un cuento. En el epicentro de la región de Outaouais, Québec, el Parc Omega convierte esta fantasía en una experiencia tangible. A pocos kilómetros de Ottawa, este parque ofrece un contacto íntimo con la naturaleza salvaje, sin sacrificar las comodidades modernas. Al llegar, la sensación es extraña: una mezcla de admiración y respeto que se respira al saber que estás entrando al territorio de los lobos.
Tiene chalets, con capacidad para cuatro, seis u ocho personas y son el escenario perfecto para quienes buscan algo más que un simple alojamiento. Equipados con ventanales del piso al techo, permiten que la vida salvaje se convierta en parte de tu cotidianidad, al menos por una noche. La manada de lobos grises se mueve con la calma de quienes saben que son los dueños del lugar, mientras tú, del otro lado del cristal, observas cada movimiento.
Entre lobos y aullidos te veas
El Parc Omega abrió sus puertas al público en 1991, tras su creación en 1985, como un refugio y un espacio diseñado para proteger y descubrir la fauna y flora de América del Norte en un terreno de 800 hectáreas.
Con los años, su visión pionera se ha enriquecido con iniciativas como el Sendero de las Primeras Naciones, dedicado a las culturas indígenas de Québec, y áreas que destacan la historia local, como el puesto comercial y la cabaña de azúcar. Este museo viviente conecta a los visitantes con la naturaleza, ofreciendo una experiencia única de aprendizaje y asombro.
Si prefieres una conexión más rústica, las cabañas de madera para cuatro personas ofrecen una experiencia más sencilla, pero igual de envolvente. Desde ahí, los venados cola blanca y muflones europeos pasean como si el tiempo se hubiera detenido. Pasar la noche aquí es un gesto de respeto hacia la naturaleza.
La tarifa incluye el acceso al parque, donde podrás explorar senderos y conocer de cerca osos, bisontes y caribúes. Pero lo más impactante no es el avistamiento, sino la conciencia que despierta. Aquí, cada detalle parece diseñado para recordarnos que somos sólo visitantes en este vasto ecosistema.
La historia no termina aquí
Por la noche, con el aire frío de Outaouais rodeándote, es fácil entender por qué esta experiencia es única. Mientras los lobos duermen a unos metros de distancia y tú buscas constelaciones en el cielo despejado, la conexión entre humano y naturaleza se vuelve casi palpable.
En el Parc Omega, duermes entre lobos y sueñas con un mundo donde coexistir sea la norma, no la excepción.
- Dónde: 399 Route 323 Nord, Montebello, QC, J0V 1L0.
- IG: @parcomega
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