Cabalgar en Tequis es una actividad que disfrutarás bastante. Lee esta y más historias en la edición de enero de la Revista de Verest Magazine.

¿Cabalgar en Tequis?, claro que es un muy buen plan

Desde tiempos ancestrales, la relación entre los seres humanos y los caballos ha desafiado el paso del tiempo, influenciando la historia y tejiendo una conexión más allá de la domesticación hasta la equinoterapia, en donde el caballo se convierte en un agente de sanación y otorga un crecimiento personal.

El proceso de aprendizaje en la equitación va más allá de aprender a montar. Es una lección de respeto mutuo y empatía que radica en la comunicación y la confianza mutua, nos comenta Eugenio Molinar, dueño de Cabalgando en Tequis y gran amante de los animales, con toda la experiencia de la vida con caballos desde que tiene uso de razón.

Entre los beneficios que brinda esta actividad están el autocontrol de las emociones, además que mejora tu autoestima, aumenta tu concentración, refuerza la confianza, aumenta la capacidad de atención, fomenta el respeto y la responsabilidad.

Sabemos que los caballos son animales imponentes, pero justamente realizar este tipo de actividades, siempre deben realizarse con expertos, y al entrar a la Villa de Don Eugenio y que te cuente poco a poco, con un café y pan del día, sobre los caballos, no te darás cuenta que realmente estás en un curso aprendiendo y convirtiendo en un futuro jinete.

No es montar por montar

Saber interpretar el lenguaje corporal del caballo y comprender sus necesidades resulta esencial para edificar una relación fructífera. En cada paso, trote o salto, se forja un entendimiento mudo que trasciende el lenguaje verbal.

El jinete aprende a comunicarse con su caballo, a entender sus emociones y a forjar una relación basada en la confianza y el respeto, esta conexión trasciende barreras idiomáticas y culturales, tejiendo un lazo universal entre humanos y caballos.

De hecho el contacto con los caballos puede impactar positivamente a personas con discapacidades físicas o mentales, ofreciendo un entorno seguro y estimulante para mejorar su movilidad y autoconfianza.

Listos para cabalgar en Tequis

Después de una plática profunda, te invitan a un salón donde puedes escoger un sombrero vaquero o “chino”, tienen todo tipo de sombreros, hasta el de Anahí en el video de “Sálvame” para que te protejas del sol o que luzcas mejor.

La emoción recorre toda la piel hasta llegar a las caballerizas donde conoces uno a uno a los caballos: Coqueta, Hidalgo, o Galleta están listos para el viaje. Algo que nos dejó atónitos fue que en la plática, Don Eugenio nos fue analizando para saber qué tipo de caballo era el ideal según nuestra personalidad. 

Todo empieza con un saludo, tacto y seguridad ante todo, debemos dar siempre una buena impresión, ya que durante casi 3 horas, tú y el caballo serán uno mismo. 

Esta cabalgata no termina aquí

Sabemos que se te está antojando planear un viaje con tus amigos y cabalgar en Tequis, así que no lo pienses mucho y descubre cómo terminó esta aventura en la edición de enero de nuestra Revista

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