Torres, un disfrute para tus sentidos

La comida es una de las grandes delicias que tiene la vida, cuando probamos el primer bocado, la explosión de sabores nos van inundando cada milímetro de nuestros sentidos, y si a esto le agregamos la exquisitez de un vino, la experiencia se vuelve todavía mejor y esto, la bodega Familia Torres lo tiene claro.

Desde 1870, generación tras generación se ha encargado de mantener en el gusto de los amantes del buen beber sus distintas propuesta vinícolas por ello, en una comida maridaje en el restaurante Blanco Castelar, la Familia Torres presentó las nuevas añadas y aquí te presentamos un poco de lo que pudimos degustar.

La cata corrió a cargo de Joelle Martí, Global Prestige Wine Manger, quien nos fue guiando por la historia de cada uno de los vinos que degustamos, y por supuesto, no podemos dejar de lado los platillos de la creación del chef Gerard Bellver.

Milmanda 2019

La variedad Chardonnay es la que le da vida a este vino, el cual en vejece en barricas de 300 litros, de 4 a 6 meses, con una posterior crianza en depósitos durante 10 meses sobre lías en depósito. Esta delicia estuvo acompañada con un Kampachi de Baja, leche de tigre almendrada con chile güero.

Sabías que Milmanda formaba parte de una ruta de castillos medievales que daban cobijo a los cristianos en tiempos de reconquista. Con el siglo XII llega la paz a estas tierras y con ello se reinicia el cultivo de la vid.

Mas La Plana 2018

Este es un cabernet sauvignon que surgió en 1970, originalmente el nombre del vino era Gran Coronas Etiqueta Negra, 9 años más tarde, en las Olimpiadas del vino de París se llevó todos los reconocimientos. En cuanto a su elaboración y crianza se derrapa la uva manualmente en su totalidad y se selecciona a mano para escoger únicamente las mejores.

La fermentación se realiza en acero inoxidable y fudres de roble bajo control de temperatura con una extracción muy suave. El vino envejece durante 18 meses en barricas de roble francés (85% nuevo). La creación del chef Bellver para este tinto fue un Tiradito de Wagyú curado con infusión de chiles toreados.

Grans Muralles 2018

Este vino está elaborado a partir de 5 tipos de uvas: Garnacha, cariñena, querol, monastrell y garró, el cual engalanó nuestro paladar junto con un Cordero al carbón con adobo ligero de hongos, en verdad exquisito.

El nombre de este vino hace referencia a las murallas que protegían el monasterio de Poblet de las guerras y mercenarios. La identidad inconfundible de Grans Muralles se encuentra en los pedregosos suelos de pizarra (llicorella) y también en las variedades que lo integran.

Perpetual 2018

La esencia de este vino, que de entrada tiene un carácter fuerte, proviene de las viñas cariñena y garnacha. En cuanto a su elaboración, este es envejecido durante 18 meses en fudres y barrica de roble nuevo francés de grano fino. Para mantener la singularidad de cada viñedo, cada uno de los lotes se elabora por separado.

Para acompañar este tinto de carácter fuerte, se sirvió un Short Rib con salsa de chipotle ahumado y elote amarillo salteado.

La elegancia también se pude percibir en los sabores y un buen vino siempre será una gran opción para celebrar cualquier ocasión.

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