Escribe tus historias de viaje con plumas de Van Gogh

Escribir es todo un arte, si lo sabremos nosotros que nos dedicamos a ello. Transmitir a través de las letras emociones, sensaciones, aromas o colores no es cosa sencilla, pero cuando se logra es lo máximo. Así es que por qué no comenzar a plasmar en papel tus experiencias de viaje pero con plumas de Van Gogh, una edición limitada que hace Montblanc a manera de homenaje a este artista neerlandés.

La colección Masters of Art la conforman 5 diferentes modelos de plumas estilográficas, una de ellas es además rollerball, son una joya definitivamente.

Vincent van Gogh vivió su vida en diversas ciudades de Francia, y justamente una de ellas fue Arles, al sur del país. Si vas de visita por este lugar en donde el artista creó varios de sus cuadros más importantes, encontrarás que aún se conservan edificaciones de la época romana, algunos de ellos del siglo I a.C.

Las ciudades de Van Gogh

Y entrando ya en materia: las plumas, la número 90, hace referencia justo a esta ciudad y además, refleja la técnica favorita, el impasto que encontramos en algunas obras de paisajes. Esta técnica se ha interpretado a mano en las cautivadoras obras de arte que adornan el capuchón y el depósito. En 1888 el pintor se fue a Arles, por lo que encontrarás grabado este año junto a la firma “Vincent” en el anillo del depósito. En el clip de la pluma hay un guiño a su trabajo con la espátula, su pipa y además, la forma de este artículo de escritura se inspira en una gubia japonesa.

La siguiente pluma es la 161 que plasma el trabajo que Vincent realizó en Auvers-sur-Oise, donde pintó sus últimos cuadros, uno de ellos fue Raíces de árbol que concluyó en 1890, que está grabado en el anillo del depósito junto a su firma. El depósito de plata esterlina está decorado con incrustaciones de laca inspiradas en el diseño y los colores de dicha obra.

Otra de las obras que realizó en esta ciudad que se encuentra a 30 km de París, es Campo de trigo con cipreses, que muestra un cielo impetuoso sobre un paisaje cargado de movimiento, vista que tuvo desde el asilo de Saint-Rémy. Su afición por fumar pipa se refleja en un sutil detalle del clip: la parte superior tiene la forma de una cazoleta y está decorada con un citrino.

Los cielos, su inspiración

Las múltiples facetas de laca azul que coronan la parte superior del capuchón simbolizan los impulsos creativos de Van Gogh. Y como si fuera una delas tantas estrellas que aparecían en sus obras, se encuentra el emblema Montblanc elaborado en emblemático oro 750.

Durante su estancia en el sur de Francia, el artista realizó más de 200 obras, una de ellas fue Trigal con cuervos que representa un cielo azul intenso que contrasta con el amarillo brillante de un campo de trigo salpicado de pájaros negros. La pluma número 8 destaca justamente ese cielo azul en el capuchón y el depósito de emblemático oro 750, parcialmente engastado con diamantes talla brillante y tiene remolinos que recuerdan los movimientos del pincel de Van Gogh en sus lienzos.

En homenaje al amor que tenía por los paisajes naturales, el capuchón presenta un diseño de marquetería artesanal incrustado en oro blanco 750, rodiado y compuesto por diminutas piezas de madreperla, sicomoro, tulipero, élitros de escarabajo y paja, un guiño a los dorados trigales. Además, tiene zafiros, turmalinas paraiba y diamantes alrededor de la marquetería. Sin dejar de mencionar que al tener un estilo más libre y en donde la espátula hacía lo propio, es que en esta pluma, en su técnica con la espátula se percibe en el clip rodiado.

Y porque esto no podía reflejar la magnificencia del pintor, en una de las Plumas de Van Gogh, Montblanc grabó a mano una cita de una carta que Vincent escribió a su hermano Theo el 25 de septiembre de 1888 en la superficie de emblemático oro 750 del depósito y la contera: “le tableau me vient comme dans un rêve”. (“El cuadro viene a mí como en un sueño”).

Creaciones icónicas

Los Girasoles es otra de sus grandes obras conocidas casi por todos. Para los detalles de esta pluma, la 4810, en el anillo del depósito está grabado el año 1888, año en el que llegó a Arles, el depósito está en tonaldiades amarillas y naranjas haciendo alusión a la obra.

Van Gogh tenía cierta fascinación por las xilografías japonesas, por lo que la forma de esta pluma se inspira en una gubia japonesa y el capuchón está hecho de madera. El logotipo de Montblanc es de resina preciosa amarilla.

Para concluir con esta edición especial de las plumas de Van Gogh por Montblabc, no se podía dejar de hablar de los cielos azules de la Provenza, por lo que con la número 888 los tonos de azul son varios, con incrustaciones traslúcidas y para asemejar los colores del trigo, tiene un recubrimiento de oro amarillo 750. Las estrellas se representan en el capuchón son resplandecientes partículas de laca azul en el capuchón.

Por supuesto para que la experiencia sea completa, la marca tiene también como parte de este homenaje al artista un cuaderno de edición especial que evoca muy claramente a las pinceladas ya conocidas por los amantes del arte, sin duda un excelente regalo para aquellos que buscan plasmar sus ideas aún en papel y qué mejor que cone stas plumas de Van Gogh.