Hay lugares que marcan nuestras vidas y atesoramos en hermosos recuerdos. Ahora mismo que se escriben estas líneas, el recuerdo se supone pasó hace apenas unos años, pero haciendo bien las cuentas, todo empezó en 2004, o sea 20 años.
Después de recuperar la calma, para mi poco ha cambiado esta colonia que tiene tantas historias, tanto propias como ajenas. No les pasa, que caminan en alguna calle y ven una casa o edificio y se preguntan, ¿quién habrá vivido aquí?, ¿de quién será ese magnífico lugar?, ¿qué historias guardará? Bueno pues la Condesa y la Roma no son las únicas que poseen joyitas tanto arquitectónicas como para el buen comer.
Sabores con encanto
En Sabino #255 hay una casona de finales del siglo XIX que más allá de mantener viva la esencia arquitectónica de la época, ofrece un lugar encantador para pasar unas horas agradables y gastronomía de buen nivel.
Aún no decido cuál es mi lugar favorito en Casa Santa María, ya que cada espacio mantiene cierta magia. Puedes tener cierta intimidad al interior de la casona o disfrutar de una mesita en el exterior entre la sombra de los árboles. En la noche la atmósfera cambia y podría ser el lugar ideal para una cena romántica o una velada bohemia con amigos.
En el menú podrás encontrar distintos platillos como un fetuccini con camarones, ensaladas con buen balance y autenticidad. Sus tacos de pulpo con chorizo me sorprendieron, pero dejé mi corazón con sus tacos de chamorro.
Para este calorón, pide su aguachile de camarón, o sus especiales como salmón a la naranja o enchiladas de jamaica. Tienen una gran variedad de pizzas para compartir con un buen trago, y por supuesto no puedo dejar a un lado sus postres. Pide la pannacota hecha con frutas de temporada.
Lugares con historia
Al esperar la orden, me di a la tarea de aprender un poco más de los orígenes de esta colonia y descubrí que se remonta a los años de 1766 y 1771 cuando fue levantada y dejada inconclusa la Casa de los Mascarones, que tenía como objetivo ser una finca de campo.
A mediados del siglo XIX, se estableció la primera empresa inmobiliaria de nuestro país, la cual creó la colonia Santa María La Ribera en 1861 al fraccionar varias haciendas y ranchos del poniente de la ciudad. Esta nueva colonia se estableció como el primer fraccionamiento planeado de la capital mexicana, mismo que contaría con calles con traza reticular, un parque, una iglesia y un mercado.
San Google también me dijo que en pleno porfiriato esta colonia representó los ideales de orden y modernidad, albergando destacados edificios y monumentos de las fiestas del centenario como el Kiosco Morisco, que en su momento estaba instalado en la Alameda Central a un lado del Palacio de Bellas Artes y que fue trasladado pieza por pieza a la Alameda de Santa María la Ribera, que en uno de sus costados descubrirás el Museo de Geología, un exquisito edificio de estilo ecléctico.
Conoce Casa Santa María, donde te garantizamos que cada visita será un festín para tu paladar y un viaje en el tiempo al caminar por sus mágicas calles de esta colonia que tiene tanto por contar.
Lo que debes saber
- Restaurante: Casa Santa María
- Dónde: Sabino 255, col. Santa María la Ribera, Cuauhtémoc, CDMX.
- Horario: Lunes a domingo desde las 10 de la mañana.
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