180 días, seis continentes y un crucero que redefine el lujo -

El verdadero lujo no es solo viajar. Es hacerlo con estilo, sin prisa y con la promesa de descubrir el mundo en su máxima expresión. Para quienes creen que los límites no existen, existe una travesía que no se mide en kilómetros. Seis continentes, más de 100 puertos y 180 días navegando entre paisajes de ensueño. Gastronomía exquisita y culturas que transforman.

Hablamos del crucero Vista, propiedad de Oceania Cruises, que desde el primer día, este viaje se convierte en una experiencia sensorial. Cruzar el Canal de Panamá y sentir el peso de la historia. Perderse en las islas del Pacífico. Caminar entre los cerezos en flor de Japón. Explorar los vibrantes mercados de Tailandia. Cada escala es un capítulo de una historia que se escribe con los pies sobre tierra extranjera y el alma en constante asombro.

Oceania Cruises - Vista Photoshoot — Photographer: Nick Tortajada

Oceania Cruises (2) — Photographer: Nick Tortajada

Un palacio flotante

A bordo, el lujo se respira en cada detalle. Suites con balcón privado. Espacios diseñados para el bienestar absoluto. Restaurantes de especialidad con maridajes exclusivos. Clases de cocina con ingredientes locales. Cada comida es un destino más del itinerario. Cuando cae la noche, los bares y salones elegantemente ambientados se llenan de conversaciones, cócteles y música en vivo.

Gastronomía, cultura y descanso: El tridente del placer

Este no es solo un crucero. Es una experiencia de enriquecimiento constante. Clases de arte dirigidas por expertos. Catas de vino exclusivas. Excursiones en pequeños grupos diseñadas para profundizar en la esencia de cada destino. Cuando el cuerpo pide descanso, el spa se convierte en un santuario en altamar. El sonido del océano es la mejor banda sonora para una sesión de relajación.

Navegar durante seis meses alrededor del mundo es un homenaje a la liberdad en una aventura sin igual. En el crucero Vuelta al Mundo 2027 de Oceania Cruises Al final del recorrido, no solo se habrán visitado lugares icónicos. Se llevará consigo algo aún más valioso: una nueva forma de ver el mundo. Después de un viaje así, es imposible volver a ser el mismo.