Existen lugares donde la gastronomía va mucho más allá de una simple comida y agradecemos la audacia de arriesgarse a mostrar en cada plato una experiencia sensorial que despierta los sentidos y desafía las expectativas. Bajo la dirección magistral del chef Erick Pedregal, cada plato en Bencomo ha sido elaborado con una meticulosa creatividad culinaria, para entregar al comensal más que un racimo de bocados.
No está de más mencionar su filosofía la cual se centra en la frescura y la calidad de los ingredientes, combinados con técnicas aprendidas a lo largo de los años y un profundo respeto por la tradición culinaria mexicana. El chef Pedregal se inspira precisamente en los sabores y productos locales para crear platos que son una celebración de la diversidad gastronómica de México.
Desde la primera entrada hasta el último bocado de postre, cada plato en el menú tiene un porqué. Las texturas, los colores y los sabores se combinan de forma armoniosa para crear una experiencia gastronómica que trasciende lo ordinario. Platos como el rissoto de huitlacoche, con nuez y chile pasilla, o el crudo de Kampachi, con maracuyá, ikura y frambuesa son algunas muestras del ingenio culinario que se encuentra en este oasis gastronómico.
La panadería la mencionamos a parte porque en verdad, es de otro nivel. Desde croissants escamosos hasta baguettes crujientes, cada bocado es una celebración de la artesanía y el amor por la buena comida.
Todo se trata de emociones
Pero lo que realmente distingue a la cocina es su capacidad para sorprender y emocionar a los comensales. El chef no teme experimentar con ingredientes y técnicas inusuales, siempre en busca de nuevas formas de cautivar los paladares. Desde la presentación hasta la combinación inesperada de sabores, cada plato será memorable, prueba de ello, el postre estrella de la casa, un arroz con leche en forma de elote, ¿te lo imaginas? Sólo podrás descubrirlo y probarlo si te animas a ir a este bello rincón en San Jerónimo.
Más que un restaurante, Bencomo es un viaje de maravillas arquitectónicas. El lugar te envuelve en un mundo de maravillas arquitectónicas. Cada espacio dentro de este oasis está listo para quién se apodere de alguna mesa y crear nuevas historias.
Uno de los espacios más cool del restaurante, es su bar, un tributo al legendario Studio 54 de Nueva York. Con su energía vibrante y su estilo sofisticado, este espacio evoca la era dorada de la vida nocturna neoyorquina, invitando a los comensales a comenzar su experiencia con un toque de glamour y emoción.
La magia de este lugar no se detiene ahí
Otro rincón especial está dedicado a la majestuosa mariposa monarca, símbolo de la migración y la belleza. Este espacio, decorado con delicadeza y elegancia, rinde homenaje a esta criatura icónica y su viaje extraordinario a través de los continentes.
Algo que llamó nuestra atención fue el detalle de iluminación que rodea todo el lugar. Sus lámparas importadas de Italia son capaces de hablar por sí mismas y te cobijan acompañándote en cada trago o bocado.
Para aquellos que buscan un lugar para reunirse y trabajar, la sala de juntas en Bencomo ofrece justo lo que necesitan. Diseñada para evocar la sensación de estar en el interior de un barco, este espacio combina la funcionalidad con el estilo náutico para crear un ambiente que inspira la creatividad y la productividad.
La selfie en el baño no podrá faltar, si ya sabemos, suena trillado pero es la verdad. Su diseño inspira la sensación de estar dentro de un camarote. Cada detalle está cuidadosamente pensado para transportarse a otro lugar y tiempo, haciendo que incluso una visita al baño sea una aventura.
Dicho está, sólo es cuestión de tiempo para que descubras los sabores que los muros de Bencomo esconden en sus entrañas.
¡Disfruta más Experiencias Verest!