Casa Milà, La Pedrera filosofal de Gaudí

Casa Milà, ‘la Pedrera’ filosofal de Gaudí

Lunas y soles de naturaleza pasearon frente a su ojo fotográfico. Nada se le escapaba: colores, texturas, curvaturas, sonidos, sensaciones, incluso emociones. Aquellas palpitantes imágenes convivieron en armonía en la mente del arquitecto catalán Antoni Gaudí i Cornet, como un catálogo onírico que consultaba en sueños para crear realidades fantásticas.

Barcelona fue el lienzo arquitectónico de Gaudí (1852-1926), quien desataba su creatividad e imaginación en cada uno de sus proyectos, entre ellos el de Casa Milà, también conocida como La Pedrera, ubicada en el número 92 de Passeig de Gràcia, una de las avenidas principales de ‘Gaudilandia’.

Fue en 1906 cuando el matrimonio conformado por el empresario Pedro Milà y Rosario Segimon encomendaron al prodigioso arquitecto reconstruir una vieja residencia con su sello y talento peculiar. El proyecto le llevó seis años… ¿El resultado? ¿Qué esperar de Antoni Gaudí?

Nada menos que una obra maestra

Entre los aparadores de las casas de alta costura, los sofisticados restaurantes y la efervescencia de la capital catalana, se desvela un océano petrificado. Un oleaje de 30 metros de altura, de hierro y piedra, conforma la fachada de La Pedrera. Como decía el propio ‘arquitecto de Dios’: “No hay líneas ni ángulos rectos en la naturaleza; por tanto, el arte de construir debe basarse en la curva”.

Cual Jonás o Pinocho, no queda más remedio que recorrer las entrañas de esta ballena-edificio de ocho pisos hasta el desván, conformado por 270 arcos de diferentes alturas, donde originalmente estaban los servicios de lavaderos y que servía como un regulador térmico. Actualmente aloja un pequeño museo.

La azotea es otro delirio de Antoni, aquí las chimeneas, semejantes a yelmos de gladiadores, se alzan como fieles guardianes de secretos ancestrales. Estos ‘cascos’ tienen trencadís, la firma de Gaudí, que consiste en el revestimiento de estructuras con trozos irregulares de cerámica, vidrio o mármol de colores brillantes. Un esbozo del ‘poeta constructor’, quien, en una época en la que predominaban la simetría y la rigidez, se atrevió a sepultar los convencionalismos.

Sin previo aviso te engulle La Pedrera

Antes de despedirnos del Golem nos dirigimos a los patios, tiene dos: uno en Passeig de Gràcia, de forma cilíndrica, y el otro, ovalado, está en Provenza. Aquí las paredes están decoradas con murales abigarrados, realizados principalmente por la mano del pintor y dibujante Xavier Nogués.

Hay mucha historia encerrada en las paredes de La Pedrera, desde su ocupación durante la guerra civil española, hasta que fuera declarada por la UNESCO como Lugar Patrimonio de la Humanidad en 1984.

La Casa Milà es, en esencia, el espíritu de Gaudí petrificado, un faro en el paisaje cultural de Barcelona y un recordatorio de que cualquier desafío arquitectónico puede encontrar respuesta al observar con atención a la sabia naturaleza. Se extienden las alas-vitral de las mariposas. Los dragones, serpientes y caballeros de Casa Milà quedan distantes tras un par de aleteos. El cálido sol veraniego de Barcelona no tiene clemencia. Uno, dos parpadeos… Despiertas y estás caminando en las Ramblas de nuevo.

Esta historia no termina aquí

Para conocer un poco más sobre Casa Milà de Antonio Gaudí, te invitamos a leer la revista del mes de septiembre en el siguiente link. Como dato, ¡sabías que la forma de la cámara del nuevo smartphone Honor 200 Pro está inspirado justo en esta obra arquitectónica?

¡Disfruta más Experiencias Verest!

Verest Magazine: La Revista

Descubre la magia dela CDMX con Honor y Pineda Covalin, en la Revista de Septiembre

Categorías