La Buena Barra

La Buena Barra: Sabores para recordar, experiencias para repetir

Algunos espacios están destinados a convertirse en puntos de referencia, y esta terraza es el ejemplo perfecto. Con una ubicación estratégica en una de las avenidas más exclusivas de México, ofrece un escenario excepcional para quienes buscan no solo una buena mesa, sino una experiencia completa al aire libre, donde el bullicio de la ciudad se combina con la serenidad de una cocina que celebra lo mejor de México.

La Buena Barra ha sabido ganarse un lugar entre los conocedores por su enfoque en la gastronomía mexicana contemporánea. Su menú, cuidadosamente curado, fusiona lo tradicional con lo moderno, abarcando desde las potentes carnes al carbón del norte hasta los frescos sabores del mar que evocan al Pacífico. Aquí, cada plato es una declaración de calidad y generosidad, con porciones pensadas para compartir y sabores que invitan a la conversación.

No se necesita una ocasión especial para visitarlo. Ya sea para una comida de trabajo, una celebración o simplemente para disfrutar del tiempo con amigos, La Buena Barra promete más que una comida: ofrece una experiencia memorable respaldada por un servicio impecable y una atmósfera relajada que te hace sentir como en casa.

Tragos para abrir el apetito

La mixología no se limita a lo clásico, sino que se eleva a una experiencia sensorial completa. Cada trago ha sido diseñado no solo para acompañar la comida, sino para provocar curiosidad desde el primer vistazo. Las presentaciones son teatrales, con aromas que invitan a disfrutar del momento antes del primer sorbo. Y si el alcohol no es lo tuyo, no hay problema: el equipo de bartenders puede crear mezclas sin alcohol que no sacrifican ni una pizca de sabor, garantizando una experiencia igualmente placentera.

Con el trago en mano, llega la difícil tarea de seleccionar las entradas. Si es tu primera visita, no te puedes perder el Chicharrón de Rib Eye o el Trompito al Pastor, donde el ingenio en la presentación solo es superado por la intensidad de sus sabores. Esta vez, optamos por unos tacos de short rib, acompañados de un irresistible queso flameado que elevó la experiencia a otro nivel.

Manjar de reyes

Para quienes no lo sepan, La Buena Barra comenzó su historia en Monterrey, tierra de asadores expertos, y en este templo de la carne, es imposible equivocarse. Nuestra elección fue un Rib Eye de 500 gramos, cocido a la perfección y acompañado de una variedad de guarniciones que resaltaron los sabores: esquites, papas trufadas —que son una recomendación obligada— y unos delicados espárragos al carbón. El mesero, atento y profesional, cortó la carne frente a nosotros, asegurándose de que el término fuera exactamente el solicitado. Cada bocado destilaba una jugosidad única, con el toque justo de ahumado que solo la mejor carne puede ofrecer.

Rib eye

Final de diez

A pesar de sentirnos satisfechos, no podíamos dejar de lado el postre. Optamos por el cheesecake de guayaba, una opción sencilla y sin excesos, ideal para quienes prefieren un toque moderado de dulzor. Con un buen café, fue el cierre perfecto para esta experiencia culinaria memorable.

El servicio impecable es lo que transforma una buena comida en una experiencia que se quiere repetir. Desde el valet parking hasta la cálida recepción de las hostess, cada detalle está cuidado. Y el ambiente entre los comensales es otro punto fuerte: un lugar donde la convivencia fluye en un escenario que parece haber sido diseñado para disfrutarse sin prisa.

La Buena Barra, con sus raíces en Monterrey desde hace una década, también ha encontrado un hogar en Cancún. Pero si estás en la Ciudad de México, este rincón en Polanco te ofrece una experiencia gastronómica que combina lo mejor de la cocina mexicana contemporánea con un servicio que roza la perfección.

Dirección: Ciudad de México: Aristóteles 124, Polanco.

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