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Hay lugares que vibran distinto durante Miami Art Week. El ritmo de la ciudad se acelera, las ferias llenan cada esquina y el arte parece estallar en todas direcciones. Pero al norte de Miami Beach, Bal Harbour se toma las cosas con más calma. Aquí, el arte se descubre, se respira y se vive como parte natural del paisaje.
La artista argentina Ana Bonamico presenta The Hidden Pearl, una instalación concebida para este entorno costero, una instalación site-specific que celebra la relación entre el entorno natural y la expresión humana. Fiel a su estilo, colores intensos y una exploración constante de lo femenino como espacio de memoria, Bonamico establece aquí un diálogo sutil entre la obra y el escenario natural que la acoge. Esto lo encuentras en el acceso 102 de la playa.
Palabras que crecen como jardines
A pocos metros, en el Waterfront Park, la mexicana Tania Esponda Aja despliega Aspire to Inspire, una instalación que combina tipografía, escultura y elementos naturales. El espacio se percibe como un pequeño refugio, donde las palabras parecen flotar y transformarse en experiencia sensorial.
Su instalación juega con tipografía, escultura y naturaleza, creando un pequeño refugio donde las palabras parecen flotar en el aire. la artista trabaja con múltiples lenguajes, fotografía, instalación, diseño, pero aquí todo se une para recordarnos algo sencillo: el arte también es una forma de comunicarnos cuando las palabras habituales ya no alcanzan.
Cultura para compartir
El espíritu artístico de Bal Harbour no se queda en las instalaciones. El 23 de diciembre, de la mano del Museum of Contemporary Art (MOCA), llega Sunlit Palette, una experiencia sensorial con talleres, ponencias y gastronomía al aire libre. Todo pensado para disfrutar sin prisa, como si el tiempo avanzara de otra forma entre árboles y brisa marina.
Además, los visitantes y huéspedes del destino pueden acceder a museos clave de Florida con la Art Access Card, un pase que abre puertas a espacios como el Pérez Art Museum Miami (PAMM), el Bass Museum of Art y el propio MOCA. Una forma sencilla, y muy Bal Harbour, de extender el descubrimiento más allá de la playa.
Un destino que cuenta historias
Las propuestas de este año muestran cómo Bal Harbour continúa construyendo una identidad cultural propia, donde el arte se integra de manera natural en la experiencia del destino. Una presencia constante, discreta y bien articulada dentro del panorama artístico de Miami.
Caminar Bal Harbour durante Miami Art Week es entender que aquí el lujo tiene otra textura. No se trata de exceso, sino de atmósfera. Así es que tienes una cita del 1 al 7 de diciembre para disfrutar de grandes momentos.
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