Perfume Casa Obsidiana

Obsidiana y cempasúchil: el elixir del viaje a la memoria

Bienvenidos a este rincón olfativo donde las esencias cuentan historias de tierra y tiempo, un viaje sensorial que nos lleva a las raíces de México. Soy su guía en este recorrido aromático y hoy atestiguamos un suceso que trasciende el diseño para instalarse en el recuerdo.

Las fragancias se visten de materia primordial con la llegada de dos elixires de Taller de Obsidiana, la firma que respira arte desde su esencia. Nos proponemos experimentar cómo la obsidiana, piedra de fuego y la flor de cempasúchil, guía de luz, se vuelven perfumes en un homenaje líquido.

El perfume Casa Obsidiana: la huella de la materia

Desde 2019, al cruzar el umbral de Casa Obsidiana, el aire nos regala un aroma inconfundible, una mezcla precisa que se vuelve la firma olfativa del espacio. Lima, flor de naranja, maderas, té blanco, cardamomo y geosmina componen esta fragancia que evoca la calma de la artesanía y la pureza de la piedra volcánica que la define.

Este perfume, que transpira la fuerza terrenal y acompaña cada creación, ha sido finalmente envasado para que lo atesores como una reliquia. Es un extracto que te invita a llevar la esencia del diseño, que no se ve, pero se siente profundamente.

La presentación es un manifiesto: cristal negro y un tapón de obsidiana tallado mediante lascado, técnica milenaria que deja viva la textura original de su fractura, un verdadero capricho mineral. La botella irrepetible promesa de autenticidad proyecta el viaje del fuego a la forma te acompaña con la energía protectora de la piedra sagrada.

El perfume custodia el recuerdo ancestral es fiel reflejo de nuestra profunda cultura que evoca el génesis y el poder telúrico que nos define. El roll-on complementario, con pequeñas piedras de obsidiana, amplifica su carácter profundo.

Perfume Casa Obsidiana 2

Cempasúchil: un aroma con destellos de sol

Esta fragancia es un cálido abrazo, un tributo al ciclo incesante de la vida y al aroma inconfundible de los altares que se levantan con devoción cada temporada de reencuentro. Mandarina menta maderas coco tostado y el cempasúchil que guía el camino dan vida a un aroma luminoso y profundamente mexicano.

Es una mezcla que nos envuelve en la nostalgia del Día de Muertos y en la eternidad del recuerdo, la certeza de que el sol de otros tiempos se posó sobre el valle para fundar una ciudad eterna.

El tapón de obsidiana tallado mediante lascado atrapa y refleja la luz como destello del sol poniente sobre las pirámides ancestrales. En su interior, el roll-on nos aguarda con ágatas naturales, piedras que simbolizan la vitalidad, el renacer y la abundancia que deseamos para el porvenir.

Perfume Cempasuchil 4

Estos dos perfumes son la extensión de una materia esencial, la obsidiana, y de una flor que traza la ruta. Son la promesa de que el diseño en México se respira, se vive y te acompaña en el viaje. Atrévete a experimentarlos.

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