El aire de septiembre en la Riviera Maya tiene un toque distinto, como si el viento contara historias de tradición. En este lugar, la esencia de México se manifiesta a través de sus sabores, sus notas y el bullicio de la fiesta, invitando a todo viajero a ser parte del relato. Un viaje que honra las raíces de un país que se expresa con autenticidad, una experiencia que el alma asimila por completo. Este es el espíritu que envuelve a Xcaret cuando se trata de celebrar a la nación.
La mesa de México, un festín de herencia
La pirámide Xpiral es el telón de fondo de un evento gastronómico sin precedentes, donde la cocina se convierte en una conversación íntima con la memoria. Aquí, 32 cocineras de distintos estados presentan sus platillos más emblemáticos, un mosaico de texturas y aromas que recorren el país de costa a costa, de norte a sur.
Se siente el cuidado de cada receta y la pasión por compartir un legado que perdura en cada bocado, una travesía culinaria que celebra la riqueza de sus comunidades.
Un viaje por el sabor que incluye bebidas tradicionales y juegos que evocan la alegría del pasado. De la cocina yucateca a los moles de Oaxaca, cada buebo en la pirámide narra una historia de resistencia y sabor.
La noche se completa con la promesa de una fiesta que apenas inicia, dejando en el paladar un eco de lo que está por llegar. Un festín que exalta los sentidos y el corazón de méxico.
La alegría se viste de fiesta
Después del banquete, la celebración se traslada a las trajineras de Xoximilco, donde la música y el folclor se funden con el ambiente de hermandad. Navegar por los canales bajo la luz de la luna, con tequila en mano y el canto del mariachi al fondo, es un gozo que se siente en cada fibra del cuerpo. La noche se llena de anécdotas, de risas compartidas y de un sentido de pertenencia que fluye entre todos los presentes. Es una fiesta que se vive sin reserva, de inicio a fin.
Un paseo por el colorido cementerio, un rincón de tradición donde se capturan la esencia de la festividad mexicana en cada fotografía. El ambiente se eleva con la sorpresa de los luchadores, quienes añaden un toque de picardía a la noche, sellando la celebración con un recuerdo inolvidable. Una fiesta que rinde tributo a la tradición con un espíritu de camaradería.
Más allá de la experiencia
La celebración no se limita a tierra firme, sino que se extiende por el caribe gracias a la iniciativa de Xcaret Ferry. Aquellos que eligen viajar a Isla Mujeres o Cozumel durante estas fechas reciben un obsequio sorpresa, un detalle que conecta el viaje con la esencia de la tradición mexicana.
Una cortesía que suma un elemento adicional de deleite a la travesía en el mar, una extensión de la fiesta que se respira en el aire de septiembre.
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