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Hoy te vamos a platicar de una de esas ciudades que se disfrutan caminando lento, pero sobre todo, dejando que cada rincón te sorprenda: nos referimos a Boston. En este lugar encontrarás una mezcla de historia y vida moderna en donde la energía vibrante está siempre presente. y créenos terminará conquistando a quien lo visita gracias a su carácter acogedor.
Tu viaje lo puedes iniciar desde las alturas, con una vista que lo cambiará todo. En lo más alto de la Prudential Tower, View Boston te regala una panorámica increíble de la ciudad, 360° de inmensidad desde el piso 52, puedes reservar tu entrada con diversas tour operadoras.
Admira los barrios llenos de historia, el serpenteante río Charles o alcanzarás a ver el legendario Freedom Trail. Esto, te podemos decir, será el primer paso para que conectes con Boston, sólo se trata de que te dejes fascinar.
De ahí puedes comenzar a recorrer sus calles. Algunos rincones que podrías incluir perfectamente a tu itinerario es Beacon Hill, te querrás tomar varias fotografías en sus callecitas adoquinadas y faroles que parecen salieron de otra época.
Si quieres comprar algún souvenir, o sentarte en una terraza con un café en mano para ver pasar la tarde, entonces Newbury Street es la ideal, además de que es uno de los distritos de compras más famosos. En North End, cada esquina olerá a pasta fresca y cannoli, tú sabes si quieres comenzar a ‘perderte’ por esas calles.
Boston también se vive en la mesa
Por supuesto esta ciudad también conquista a través de los sabores. Desde langostas frescas servidas en rollos de pan o su sopa de almejas, hasta propuestas de alta cocina que sorprenden, la gastronomía aquí es parte esencial del viaje. Y te compartimos varias opciones.
Para empezar el día con un desayuno clásico el lugar puede ser The Paramount, en Beacon Hill o bien, si eres de las personas que no perdonan un rico panecito recién horneado está Flour Bakery + café, es de los lugres favoritos por locales y viajeros.
Pero espera, hay otro lugarcito que se ha convertido casi en un ritual por la mañana. En pleno South End, que es uno de los tantos barrios con encanto de Boston, Mike and Patty’s es pequeño de tamaño, pues apenas tiene cuatro asientos, pero gigante en sabor. La magia de este lugar hace que hasta desayunar de pie en la acera se sienta muy especial, The Fancy es un sandwich que debes probar, lleva dos huevos fritos, queso cheddar, tocino, aguacate, cebollas rojas y mayonesa casera, todo en un pan multigrano Iggy’s.
¿Hora de almorzar o de cenar? El clam chowder en la histórica Union Oyster House es una parada obligada, es el restaurante más antiguo de Estados Unidos y que no ha cerrado sus puertas desde que se inauguró en 1826. Para un lobster roll inolvidable, visita Neptune Oyster en el North End. Si buscas variedad con calidad, Legal Sea Foods nunca falla.
Cada experiencia, ya sea en el bullicio de un mercado o en un restaurante con estrella, termina siendo un recuerdo que se lleva no sólo en el estómago, sino también en el corazón.
Una ciudad que también se vive de noche
Si lo tuyo es la música o el teatro, Boston vibra con cultura, ya sea desde los conciertos magistrales de la Boston Symphony Orchestra en el Symphony Hall, hasta musicales y obras en el elegante Emerson Colonial Theatre, o incluso, puedes encontrarte con varios espectáculos al aire libre junto al río en The Hatch Shell que son perfectos para cuando comienza a caer la tarde.
Ya para la noche, si te gusta la vida vibrante, entonces debes dirigirte hacia Seaport District una zona vibrante, moderna, junto al mar, donde abundan los bares, pubs y música que invita a bailar hasta que el cielo empieza a clarear. Ya sea que busques una salida tranquila con amigos o una fiesta que se alargue por varias horas, este es un barrio para todos los gustos, definitivamente.
A paso lento, así se disfruta más
¿Te mueve el arte? Entonces estás en el lugar correcto. El Museum of Fine Arts te lleva de viaje desde las dinastías egipcias hasta los trazos de Monet, fue inaugurado en 1876, y alberga más de 450 mil obras de arte. Justo al lado, el encantador Isabella Stewart Gardner Museum te transporta a un palacio veneciano con una colección tan íntima como sorprendente.
Entre caminatas llenas de historia, regálate un momento de pausa en el corazón verde de la ciudad. El Boston Common y el Public Garden son perfectos para detenerse un momento y admirar los botes en forma de cisnes que cruzan la laguna.
Cada paso es una historia, cada plato un descubrimiento, cada mirada un recuerdo que se queda contigo, así sea que estés de paso por la historia, el arte, la comida o el ánimo de explorar. Boston te espera con los brazos abiertos y con mil razones para regresar.
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