California

Un viaje por la California que se vive en las olas

El sonido del océano nos da la bienvenida a la costa de California y nos llena de una energía contagiosa. El surf se ha convertido en el deporte oficial de este estado, lo que nos invita a explorarlo de una manera distinta. Nosotros podemos sumergirnos en la cultura de la playa que se celebra anualmente el 20 de septiembre, el California Surfing Day. Es el momento de montar una ola o de presenciar un espectáculo que nos dejará sin aliento. Hay una gran cantidad de oportunidades para vivir el mar de una manera única.

El World Dog Surfing Championships es un claro ejemplo de la originalidad del estado. Cada mes de agosto, en Pacifica, un grupo de perros talentosos llega para competir por la gloria del surf junto a sus dueños. El evento es una experiencia memorable que muestra la alegría de la comunidad. Y si deseamos ver a más cachorros en acción, el Surf City Surf Dog en Huntington Beach es un evento de tres días que nos divertirá mucho. La cultura del surf en California se extiende más allá de los humanos.

El lado más inesperado de las olas

Nosotros también podemos unirnos a la acción en cualquier momento en la llamada Mavericks Experience. Es un recorrido que se realiza en un barco que nos acerca a la ola gigante en la bahía de Half Moon. La experiencia es un deleite para todos los que amamos el océano. Si lo deseamos, podemos reservar una lección con The Surfing Goats en Pismo Beach. Recibiremos una capacitación experta de la instructora Dana McGregor y su granja de amigos, que nos divertirán con sus habilidades.

Si buscamos pasar de cero a héroe, la escuela de surf Club Ed en Santa Cruz nos ayudará a lograrlo. Los huéspedes acampan en tiendas con una vista al Santuario de la Bahía de Monterey y disfrutan de un masaje profesional y de comidas muy saludables.

Para los amantes de la historia, el International Surfing Museum de Huntington Beach alberga la tabla de surf más grande del mundo. Por si fuera poco, en Laguna Beach podemos alcanzar un nuevo nivel de zen surfeando en una tabla que ha sido hecha con nuestras propias manos. El camino para llegar al mar es solo el comienzo.

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